Letra A.

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Alyssa.

Si debo ser honesta, me sorprende lo mucho que esta segunda cita me emociona y me pone de nervios, las dichosas mariposas en el estomago no existen, así que han vivido engañados, los nervios hacen que sudes, que te den ganas de vomitar, que te pique la piel y tengas escalofríos.

¿Súper romántico, verdad?

Pero la cosa de todo eso es, que aún cuando tengo elefantes saltando en mi estomago, y ojo que los elefantes no saltan, estoy emocionada, eso es lo cierto.

- ¿A donde irán? - pregunta Alegría llegando a mi cuarto arrastrando un peluche más grande que ella.

La miro sentarse en el piso con las piernas cruzadas y el peluche encima, haciéndola desaparecer.

- Tú deberías saberlo, son mejores amigos - le sigo esperando que me diga algo.

- Me debe, no somos amigos si me debe - dice abrazando el peluche mas fuerte - Y no deberías usar jeans ajustados.

- Tú... pequeña ar...

- Alyssa niña, debes enseñar las piernas que tienes - escucho a margarita entrar seguida de mamá.

- Pero te pones shorts debajo.

- No me dijo a donde iríamos, solo dijo letra A - respondo revolviendo la montaña de ropa sobre mi cama.

Blue es la siguiente en entrar con un plato de gelatina.

- Santo dios bendito - susurra mamá llevándose la mano al pecho.

- Amén- responde Blue con la boca llena de gelatina verde - ¿Otra cita?

Y entonces entra Henry arrugando la nariz.

- Podría enumerar cada una de las razones por las que tanta gente en un espacio pequeño, sería una muerte segura.

- La primera razón eres tú - dice violeta entrando detrás de él.

- Hola mi niña - dice papá entrando con Lulú y sentando al lado de mi madre que le empieza a hacer cariños en la mano.

- Hola papá - sonrió cómo cariño y sigo lanzando prendas de ropa.

Entonces suena el timbre, todos hacen silencio y yo frunzo el ceño viendo el reloj, una hora antes, lanzo una mirada a mi teléfono y no hay mensajes.

- Yo iré - digo saliendo y dejándolos en el cuarto, me regreso a medio camino justamente para ver a Alegría con mi celular en la mano - Hoy no, pequeña loca, hoy no.

Levanto un cojín del suelo y me apresuro a abrir la puerta.

- Ningún reloj en mi casa está atrasado así que el tuyo debe estar adelantado si llegast... - pero las palabras mueren en mi boca cuando veo a la persona que tengo delante - ¿Que demonios haces en mi casa, Jack?

Ojeras es lo único que veo que está fuera de lugar, pero sigue siendo él, alto, rubio y encantadoramente un desgraciado.

- ¿Entonces? - preguntó arqueando una ceja.

- Lissy... te extra...

- ¿Alyssa, quien es? ¿Es Berta? - dice mamá llegando a la puerta - ¿Que demonios haces tú en mi casa?

- Tienes que tener bolas para venir hasta mi casa y decirme que me extrañas después de revolcarte con esas dos chicas - le digo con odio.

- Alyssa, fue un error, estaba ebrio y me deje llevar y yo...

- Faltará más, vas a saber tú con quien...

- No mamá, yo me encargo - le digo mirándola.

Rabia es lo que sentía, al verlo parado ahí me dieron nervios, pero no nervios de elefantes saltando, nervios de los que tengo que cuidarme para no golpear a nadie.

- Véte de mi casa, ahora - digo empezando a empujarlo por el pasillo.

- Alyssa escúchame, me haces falta...

- No te hice falta cuando le metías la lengua a una y el pene a la otra.

- Están embarazadas.

Y entonces me detengo de golpe, cualquier capacidad de reacción dejo mi cuerpo y solo lo miro.

- Pues felicidades, serás un gran papá y un horrible esposo, lo siento por ese bebé - digo en automático - Ahora vete y no se te ocurra volver a asomarte en mi vida.

- ¡Es que no lo entiendes, Alyssa te amo!

Entonces una risa seca sale de mi garganta.

- Pues yo a ti no, ahora vete.

- Es mentira, sabes que es mentira, no eres nada sin mi, lo sabes y no lo...

- ¿Pero acaso estás escuchando lo que estás diciendo? Eres un imbécil Jack, tienes una manutención que pagar así que saca tu maldito trasero de mi casa.

- Eres una...

Y yo estaba a punto de darle una bofetada cuando una mano se posa en mi espalda con delicadeza.

- ¿Todo bien?

Detengo mi mano a centímetros de su cara, levanto la mía y lo que veo es cabello castaño y un lunar en su mandíbula, solo entonces vuelvo a la realidad.

Es Caleb.

Bajo la mano y miro a Jack.

- Si, todo en orden, él ya se iba - digo con toda la amargura qué hay en mi.

- ¿Quien es este? ¿Estás con otro, es eso? Eres una...

Veo a Caleb adelantarse a mi pero lo cierto es que mi puño llegó primero directo a su nariz.

- No sé quién demonios eres pero vete de aquí ahora - le dice Caleb adelantándose y cubriéndome - No busques que sea yo el que te de el próximo golpe.

Jack me da otra mirada de desprecio y se aleja por el pasillo aguantando su nariz rota, solo entonces sacudo mi mano.

- ¿Te duele? Seguro le rompiste la nariz - dice Caleb tomando mi mano y dejando leves caricias en mis nudillos - Tienes un buen gancho chica de los niños, ya se que debo cuidarme de eso.

Que esté jugando me hace sonreír y relajarme un poco.

- ¿Estás bien? - pregunta mirándome directamente - ¿Ese era Jack? - Yo asiento con la cabeza y el me envuelve en un abrazo - Es un imbécil - dice en un susurro - Vamos a ponerte hielo.

Entramos a la casa y tarde me di cuenta de que todos, absolutamente todos estaban en la sala muy cerca de la puerta, cómo chismosos que son.

911, ¿Cuál es su emergencia?Where stories live. Discover now