Alyssa.

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Las cartas siguieron llegando cada día sin falta y cada una más ocurrente que la otra.

Lo entendía, el chico del 911 es todo un personaje, tenia cuatro cartas en total y decidir cómo sentirme al respecto estaba aparentemente fuera de mi control.

¡Perdía la maldita cabeza!

Pero joder, ya esperaba las estupidas cartas todos los días, tomé el papel que estaba delante de mi y releí la que había llegado hace unas horas...

Razón número ya perdí la cuenta para que aceptes salir conmigo:

Soy bastante insistente, por si aún no lo has notado entonces te lo confieso, no te gusto la letra P... ni la C, ni la F... y tampoco la M

Haces que mi trabajo por no lucir desesperado sea totalmente en vano, pero aquí va, otra letra, aire, árboles y animales.

La letra A me parece espléndida, encantadora y fascinante ¿A ti no?

Pd: Estoy quedándome sin letras, chica de los niños.
Pd2: Hablaba en serio cuando te dije que llenaré tu casa de cartas.
Pd3: Si aceptas y no te gusta la cita, entonces puedes devolvérmela y ambos ganamos.

Para la chica de los niños.
De Caleb, el Chico Del 911, Chico sin apodo y por hoy el chico A.

Sonreí, a este paso sería el chico posdata y lejos de lo que todos pensaran, no lo estaba torturando.

Honestamente todo me parecía ir demasiado rápido, podía escuchar la voz de Alegría en mi cabeza diciéndome que necesito un novio.

Eso, o que ella estaba realmente a mi lado susurrando una y otra vez que necesito un novio.

- Alyssa, necesitas un novio al que no se le caigan los dientes, yo necesito tiempo para mi, ¡No puedo simplemente mantenerte ocupada todo el tiempo! ¿Sabes lo difícil que es? - dijo completamente indignada.

- Es lo más difícil que has hecho, que desconsiderada soy - le dije rodando los ojos - Ahora vete de aquí si no quieres que Berta te cuide hoy.

- Esa mujer necesita otro esposo que le quite la menopausia - dijo alejándose y la miré boquiabierta.

- Por el amor de Dios - susurré y mire a mamá - Tus nietos están mal de la cabeza.

- Ella sabe quien es el enemigo - respondió orgullosa.

- ¿De donde sacaste eso? - escuché la voz de Henry.

- Entonces, nunca me contaste sobre ese chico en la comisaría - me dijo mamá mirándome de reojo.

Mi madre es, definitivamente, una chismosa de nacimiento.

- Es algo difícil de explicar pero todo recae en que tus nietos necesitan un especialista mental que los ayude.

- Se lo quite al guardia el día del parque - respondió violeta.

- ¿Y por qué no lo usaste con el Maui chimbo?

- Porque él se movió y sin querer electrocuté a una señora con tantos niños que parecía una guardería, no sé porque la gente tiene tantos niños - habló violeta de nuevo y uno a uno le dieron la razón.

No se que clase de seres humanos habitan en mi casa.

- Alegría llamó un día al 911 y contestó un chico, así que desde entonces ella tiene esta cosa con juntarme con él - explique a mamá - Por alguna razón cada vez ella llama al 911 y el responde.

- ¿Y si lo probamos? - preguntó Bastian.

Ojalá hubiera prestado más atención a lo que estaban hablando.

- Pon la mano.

- ¡No, pon tú la tuya!

- ¿Estás diciéndome que estás enamorada de un chico al que no conoces Alyssa Becker?

- Técnicamente si lo conozco, quiere tener una cita conmigo.

- Ahora, esos son otros cantares, cuéntamelo todo - dejo lo que estaba haciendo y se apoyó en la encimera.

Y yo estaba por responder cuando escuché el característico sonido de una máquina eléctrica seguido de la voz lastimera de Bastian, tres segundos después...

- ¡Voy a matarte! ¡Estás loca!

Y de fondo... Violeta riéndose.

Me giré a ver a blue, perdida en sus libros, mire a Henry, escondido detrás del mueble, mire a Alegría, ya tenía el teléfono en la mano.

Estaba por levantarme cuando una carga de corriente me paralizó completamente y sentí el característico dolor corriendo por mis extremidades.

- ¡¿Pero es que acaso te volviste loca?! ¡Maldición! - le grité a Violeta cuando volví a mis sentidos, ella empezó a correr.

- ... Es que Violeta tiene una máquina de esas que electrocutan gente y acaba de electrocutar a Lissy - dijo Alegría con voz cantarina.

- ¡Electrocutate las nalgas, jodida loca!

- ¡Bastian el lenguaje! - le gritó mamá indignada.

Y en menos de cinco segundos la casa era un desastre, Lulú ladraba, papá había salido del cuarto gritando porque Violeta le había electrocutado las nalgas, Bastian la amenazaba de muerte y yo trataba de relajar mi brazo antes de pegarle una buena a Violeta.

- ¡Está desgraciada niña, voy a freírte los cabellos! ¡Coño, ya uno no puede dormir en Paz, no siento la nalga!

- ¡Ay Ernesto, mi amor! ¿Quieres un masaje? ¡Violeta tuviste que electrocutarle las dos!

Y donde Violeta rió, papá y yo miramos a mamá como si le hubiera salido otra cabeza.

-... A mi buelito, si... las nalgas.

Alegría seguía hablando por teléfono y era un milagro que yo no hubiera soltado maldiciones aún.

- Violeta como no sueltes eso te vas en enterar de lo que es tener un problema conmigo - dije lentamente mientras la miraba, tenía las mejillas rojas y respiraba agitadamente por las carreras - ¡¿Por que se antojan de joder cuando sus padres no están?! ¡Tengan un poco de consideración, por dios!

Entonces Violeta captó el movimiento detrás del mueble y supo quien era, sonrió y en menos de cinco segundos todo el edificio escuchó el grito de Henry.

- ¡No me toques, eso estuvo en las nalgas del abuelo!

911, ¿Cuál es su emergencia?Where stories live. Discover now