~𝑫𝒆𝒍 𝒐𝒅𝒊𝒐 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓~ -terminada-

XVIII

28 de octubre

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NARRA ALFREDO:

Estaba con Iván tomando, no había nadie más en la casa, solo el y yo. No había música, no había mujeres, no era una celebración ni un simple "hay que tomar porque no hay nada que hacer" había un motivo, Alice, yo no podía con la culpa, e Iván ya no aguantaba hacerse el fuerte.

- Es que la neta wey, la casa sin ella no es igual- dijo entre llantos.

- Mi vida sin ella no sirve, no tiene sentido, yo la amo un vergo, Iván, pero soy un pendejo- solté igual llorando.

- La neta si, carnal

- Pero si sale bien, si mi Lichita se levanta y vuelve, voy a quitar al Juan a la verga, y la voy a conquistar, voy a ser feliz con ella, porque sin ella no puedo, vamos a ser una familia es lo verga lo que diga la gente, ella, el Andy y yo. Porque la amo un vergal- arrastré las palabras por lo borracho.

- ¿Siguen tomando? No mamen, plebes, ya dejen eso por las buenas, ¿no?

- ¿Ya fuiste a verla Ratón?

- No, no pude.

- Vamos- me levanté- deja me cambio pá ir.

- Simon yo también- dijo Iván.

- Ya está dormida.

- No es cierto, la güera se desvela.

- Plebes, no, andan bien pedos.

- Por ella, así que vamos y shhh- lo callé mientras seguía caminando a mi cuarto.

Despues de un rato volvimos y nos fuimos a la clínica. Llegamos y las luces estaban apagadas, al entrar encendimos la luz. Yo me quedé parado atrás y ellos si se acercaron.

- ¿Y tú? - se talló los ojos por la luz.

- Te dije que estaba dormida pendejo, es la 1, ¿pá qué querías venir?- Ovidio regañó a Iván

La miré serio sus ojos se veían diferentes, pero por lo borracho me era difícil ver, después de unos minutos lo noté- no estaba dormida- dije sin dejar de verla

- ¿Cómo no, pendejo? Es la una de la mañana y trae los ojos hinchados- Iván arrastró las palabras y se sentó en el sillón a su lado- duermete, cerillito, shhh shhh- palmeó su abdomen arrullandola según él mientras yo no podía quitarle la vista de encima.

-Si dormir te pone los ojos rojos como si te acabaras de fumar un gallito, si estaba dormida, pero a mi no me hacen wey, eso no pasa- solté viendo a Iván

- ¿Tabas llorando, güera?- Ovidio se acercó y le agarró la mano- ¿qué te pasó enana?.

Empezó a llorar sin decir nada y ahora si me acerqué a sus pies, intenté darle apoyo pero no creo haber servido de mucho. Salí en busca de un doctor, lo encontré y le pedí información.

- No puedo darle información confidencial sobre la paciente.

- No, no está entendiendo, me la va a dar- puse mi mano en mi pistola y rápido me llevó a su oficina. Me pidió el nombre y se lo di.

- Alice Beltran Machado- buscó en su computadora- paciente víctima de violacion con traumas multiples en pecho, abdomen y rostro. Llegó inconsciente- me quedé en shock después de que dijo que era paciente de violacion, mis ojos se cristalizaron totalmente- entró a cirugía el día 20 de octubre por una fractura casi invisible en la quinta costilla del lado izquierdo y lesiones internas por la misma violacion.

- ¿La violaron?- el asintió con miedo en su rostro- ¿hay alguna forma de saber quién fue?- mi voz estaba al borde del colapso y el de nuevo asintió.

- Tomamos muestras de semen y con eso podemos comparar con las muestras de ADN de los sospechosos para poder dar con el culpable. Pero, no solo fue uno, se hallaron dos tipos muy distintos.

Asentí un poco desorientado- gracias.

Saqué una paca de billetes y la deje sobre el escritorio, me levanté y salí de ahí hasta una camioneta de seguridad, les pedí la suya y pedí que le trajeran otra. Arranqué hasta el lugar en el que la había encontrado y comencé a buscar alguna pista, encontré una cadena que mi papá le había dado a Alice, la guardé y seguí buscando hasta que di con un pedazo de correa de reloj, seguí hasta encontrar el reloj, entonces mi coraje fue mayor al verlo, lo reconocí casi instantáneamente, ese reloj ya lo había visto. Era de Juan. Lo agarré y me lo eché a la bolsa mentandole madre a mas no poder. ¿Cómo ese pendejo se atrevió a hacerle daño a mi Alice? No sabe el error que cometió. Volví a la casa a esperar a los plebes, no llegaron rápido así que fui a buscar al Chino, nadie era mejor que él para localizar a alguien tan rápido, tenía ojos en todos lados y estaba seguro que me ayudaría a dar con el acompañante.

- ¿Qué rollo? ¿Cómo sigue la Güera?

- Ahí va, allá andan los plebes.

- Que bueno, y ¿qué te trae por acá?

- Ocupo tu ayuda.

- Pá qué soy bueno.

- Es sobre la Lichia- tragué saliva y miré el techo intentando no ponerme a llorar con él, pero tenía un nudo gigante que no me dejaba- la- balbuceé- la violaron- mis ojos se llenaron de lágrimas de nuevo y mi voz comenzó a temblar- y no fue uno, encontré esto ahorita- puse el reloj en la mesa- es del Juan.

- No mames, ese pendejo se va a morir, de esto se entera don Mayo- Sacó su radio y lo detuve antes de que hablara.

- No, el Ivan y el Ovi no saben, primero hay que decirles para ver qué hacemos. Pero si se va a morir, y va a sufrir de mi te acuerdas que va a rogar estar debajo de 3 metros de tierra.

- ¿En qué soy bueno entonces? ¿Qué hacemos?

- Vamos a buscar al ayudante, y tambien va a llorar lágrimas de sangre- asintió, su cara era totalmente diferente a la que me recibió, una vena se marcaba en su rostro, su frente estaba totalmente arrugada y su boca muy apretada del coraje.

FIN DEL FLASHBACK