XXV

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22 de marzo

Encendió la laptop y puso la memoria en su lugar, me miró un segundo chocando con mi mirada, negó y entró a una carpeta, volvió a verme esperando respuesta sobre si seguiría o no, asentí para que diera play, lo hizo no muy convencido y me dio la computadora color negro.

- Te dejo para que lo veas- apenas tomé la laptop se levantó de la cama y yo lo agarré para detenerlo.

- No- dije jalandolo a la cama- quiero reclamarte al momento, no después- negó y se acomodó a mi lado viendo el video.

Video

Alfredo estaba en el cuarto cambiándose de ropa, tan lindo el no cortó eso, después se ve como entro yo muy borracha dejándome caer en la cama.

- Lichia, ya tas bien peda rojita, voy a hablarle a la Clau pá que te cambie- arrastró las palabras porque andaba igual de pedo.

- No, quédate, ven aquí conmigo- palmeé la cama y el me miró extrañado.

- No Lichia, si me quedo mañana me fusilas-

- No, es más- me senté en la cama cercas de el y lo jalé de las ranuras para meter el cinto que tenía su pantalón- hazme tuya, quiero recordar lo que es tenerte cerca-

- No puede ser, en verdad dije eso?- dije mirando el video.

- Güera, andas muy peda y mañana te vas a arrepentir-

- No me voy a arrepentir porque contigo siempre quedo satisfecha- comencé a desabrochar su pantalón- entonces?-

- Si mañana me reclamas qué pasa?-

- No va a pasar- me levanté a su altura y tomé su cara con ambas manos- por favor-

Volteé a ver a Alfredo quien miraba atento mi reacción- Perdón, yo no acostumbro hacer eso-

- Yo sé que no-

- Está bien pues- me besó y con cuidado me recostó sobre la cama quedando sobre mí.

Comenzó a bajar sus besos a mi cuello mientras que bajaba su mano hasta meterla bajo la camisa que tenía puesta mientras la alzaba.

- Me encantas- dijo quitándome la camisa totalmente- cada parte de ti me vuelve loco- volvió a besarme y me cargó para sentarse dejándome sentada sobre su regaso y comenzó a intentar desabrochar mi brasier sin lograrlo- chingadera está- perdiendo el cuidado que había tenido lo rompió totalmente dejando mi cuerpo cubierto nada más que por mi ropa interior.

Volvió a besarme, bajo sus besos hasta mi pecho con su manos en mis glúteos, después comenzó a besar y succionar uno de mis pechos haciendome soltar pequeños jadeos mientras que yo hacía pequeños movimientos circulares rozando su entrepierna.

- Qué tienes?- Solté al ver a Alfredo abrazar una almohada

- No nada, todo bien-

- No es una película de terror eh-

- Si fuera una película de terror no me pondría una almohada sobre la piernas-

~𝑫𝒆𝒍 𝒐𝒅𝒊𝒐 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓~    -terminada-Where stories live. Discover now