¿A quién amas realmente? [Jensoo]

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—No puedo creerlo Jennie —le regañó Irene— ¿Por qué no me llamaste? Pudiste decirme algo.

Jennie bajó la mirada afligida sin saber que responderle. Por suerte un oficial con unos papeles llegó a ellas.

—¿Ella es tu tutora?

—Ella no… es. Yo no…

—Si no es, entonces no puede irse. Saldrá de aquí hasta que un responsable por usted venga. Es el protocolo.

Jennie suspiró pesado. En ese momento estaba sola, ¿cómo se supone que lo haría si no tenía a nadie más?

—¡Jennie!

Todos los presentes en la sala voltearon por el estruendo de las puertas azotarse. Y ahí Jennie sintió que iba a llorar al ver a su mejor amiga agitada como si hubiera corrido un maratón. Tenía su ojos llorosos y estaba bastante desarreglada del cabello.

—Jisoo… yo-

La mencionada la estrujó en un fuerte abrazo sacando su alivio de saber que estaba ahí.

—¿Es usted su tutora? —habló el oficial mirando a la pelinegra.

—Si soy yo —dijo sin dudarlo.

—Bien —le extendieron unos papeles para que los firmara—. Con esto usted se debe de asegurar de que la chica esté bien. Comprometiéndose con que no volver a ocurrir una situación así.

Jisoo asintió tomando los papales y el bolígrafo que el hombre le había extendido.

—Jichu-

—Hablamos una vez termine —dijo duramente.

Jennie bajó la mirada, entendiendo el porque de su furia.

Sin poder evitarlo, Irene miró el brazo de su compañera que rodeaba protectoramente por la cintura a Jennie y algo en ella se sintió amargo.

—Por cierto Irene, ¿qué hacías con Jennie?

—Estaba con ella.

Jisoo frunció el ceño apretando un poco su agarra en Jennie.

—Me la encontré en la tienda en la que trabaja —se apresuró a explicar Jennie—. Fue una casualidad, solo estábamos hablando… y luego recibí una llamada de mi madre.

—¿Llamó tu mamá? —Jennie asintió afligida refugiándose en el torso de su mejor amiga. Y Jisoo entendió que quiso hacer—. Bien, hablamos en privado.

Irene suspiró sacando su celular tras un mensaje de su jefe, pidiéndole volver.

—Ya me voy —murmuró mirando a Jennie.

—Si, te llamo después —Jisoo apego a la castaña contra ella mientras con su mando libre terminaba de firmar los papeles—. Gracias por la ayuda Bae.

La de ojos azules asintió algo decepcionada porque Jennie parecía no prestarle mucha atención ahora que estaba escondiéndose en los brazos de Jisoo, así que simplemente se retiró en silencio.

Jennie la miró de reojo antes de perderla de vista, pero nuevamente la pelinegra atrajo su atención diciendo que ya estaba todo listo y podían irse. La castaña ya sabía lo que se venía por la mirada que tantas emociones transmitía Jisoo.

[…]

El camino fue bastante incómodo a decir verdad. Mientras la abrazaba por la espalda, Jennie podía sentir a Jisoo muy tensa. Seguro que la pelinegra estaba furiosa, decepcionada y tristes por como se dieron las cosas.

Jisoo bajó de su motocicleta una vez se estación frente al parque donde solían jugar de niñas, el mismo dónde se conocieron. Jennie también bajó intentando acercarse a la más alta, pero deteniéndose a unos pasó cuando ella giró para verla.