¿A quién amas realmente? [Jensoo]

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Jennie recibió un paquete, era un maletín especial para materiales, de un muy bonito color y decoraciones que hicieron a la castaña sonreír, pero al ver la nota no puedo evitar sentirse apenada por la persona que se lo dio.

Irene: 

"Hoy me voy, pero sé que no seré fuerte para verte a la cara porque aún me duele saber que sigues teniendo mi corazón. Por favor acepta este regalo como un recuerdo de nuestra bonita amistad y los buenos momentos que pasamos juntas.

Te deseo felicidad a ti y a Jisoo.

Gracias por todo Jennie"

—Voy a recordarte como una buena amiga —prometió mirando con aprecio el detalle. 

[...]

Las tres chicas estaban preparando todo para la noche de año nuevo. Pronto llegaría Jennie para pasarla junto a sus amigas y disfrutar un grato momento.

La más ansiosa era Jisoo, quería impresionarla y aprovechar la noche para tener una cita romántica y especial.

—¿Por qué tienes que ser tan romántica y cursi? Todos los días quieres hacerla sentir especial.

—Jennie merece todo lo bueno —le arrojó la almohada a la cabeza—. Así que apresúrate.

—¿Te crees muy valiente al tratar a una futura estrella de esa manera?

—Lisa, deja de quejarte y sigue limpiando, tú eres la que más ensucias.

—No trates así a mi bebé, cuando se haga famosa no podremos verla seguido —murmuró afligida la rubia— Déjame consentirla.

Lisa se arrojó sobre su novia para llenarla de besos, haciendo a Jisoo rodar los ojs, y mejor las dejó en su mundo. Tal ve en vez de una linda noche en casa, podrían salir y ver lugares.

Cuando Jennie entró a la casa, lo primero que hizo fue saludar con un tierno abrazo a Jisoo, después saludó a sus otras dos amigas que igual estaban en su burbujita enamoradas.

Rio ante lo chistoso que se le hacía como antes Jisoo las detestaba porque sentía envidia de no poder estar así con ella antes.

—¿Cómo vas con la mudanza?, ¿Aún no encuentras lugar?

—En realidad hay un lugar que vi muy bien. Podría irme pronto.

Un gruñido escapó de los labios de Jisoo, quien empezó a barrer algo fuerte.

—¿Qué pasa Chu?

—Estoy molesta, ¿Por qué no te quedas en mi casa? Sabes que nada me encantaría más.

—Porque no quiero que tus padres piensen que soy una aprovechada o que vamos a estar teniendo sexo todo el tiempo.

—Pff, como si no hayamos hecho algo ya —refunfuñó—. Maldición Jendeuk. Los que deberían irse se quedan, —barrió los pies de Lisa y Rosé que estaban comiéndose en el sofá—. Y la que debería quedarse, se va.

La pareja acaramelada rodó los ojos mientras tomaba su distancia y volvían a su labor de limpiar, mientras dejaban a Jennie intentando callar los berrinches de la mayor.

Pero el sonido del timbre hizo a ambas separarse del tierno beso que Jennie le estaba dando a su novia.

—Ugh, ¿quién mierda se atreve a interrumpir? —gruñó.

—Solo ve abrir la puerta y deja de comportarte como Grinch. 

—Tengo mis motivos muy justificables para comportarme como Grinch.