Koretsu había vuelto llegar tarde a clases pero está vez llevo un justificativo médico ante el director y evitarse todo un problema. Resulta que después de toda la charla con Akeno, olvido completamente que las puertas de la academia habían sido cerradas por lo que tuvo que escalar el muro para poder salir y llegar a su hogar.
Ya cuando el sol comenzó a asomarse, el joven volvió a sentir toda esa falta de energía de las mañanas pero ya no sabía si era por el hecho haber dormido unas pocas horas o porque ayer habían tratado de volverlo a asesinar y que una mujer demonio lo había convertido en uno de ellos como pago para que siguiera respirando. Koretsu mantuvo la compostura durante la mayor parte del tiempo, hubo un momento en el que Sōna lo busco para advertirle sobre su horario pero el pelinegro le explicó la situación, ella lo escucho y sin más molestias lo dejo tranquilo el resto del día al igual que Akeno, al parecer estaba respetando su decisión .
La clase termino y los estudiantes se dedicaron a charlar o dirigirse al patio, pero Koretsu solo reposo su cabeza sobre la mesa en un intento por descansar momentáneamente de sus problemas hasta que escucho unos cuantos susurros y el como unos pasos se acercaba a su lugar.
*Pon*
De pronto sintió como algo o alguien le pinchaba su mejilla.
*Pon*Pon*
Koretsu comenzó a irritarse pero trato de no prestarle atención a quien fuera que lo estuviera molestando.
*POOON*
Esta vez el pinchazo hizo un poco más de presión causándole dolor en el rostro, una vena se marcó en la frente del pelinegro antes de levantarse de la silla.
"¡¿Qué diablos quieres?!" Grito Koretsu molesto con sus ojos blancos y sus dientes en forma de tiburón.
Koretsu observó a la nada por unos segundos hasta que escucho como alguien aclaraba su garganta, bajando un poco la mirada noto como una pequeña chica con cabello corto de tono blanco con dos flequillos que le llegaban hasta los hombros y un par de ojos color avellana lo observaba con una expresión demasiado sería en su rostro.
"¡Es nuestra preciosa Koneko-chan!/¿Qué está haciendo aquí?/¡¿Por qué está junto a ese vago?!" Hablaron unos estudiantes.
Ignorando los comentarios, la chica y Koretsu siguieron observándose en completo silencio.
"Bien... Supongo que eres Koneko, ¿cierto?" Dijo Koretsu alzando una ceja.
"Si. Soy Tōjō Koneko, estudiante de primer año en la academia" Respondió la peliblanca sin ningún tipo de emoción.
Una gota se formó detrás de la cabeza de Koretsu ya que el nunca pregunto o pidió algún tipo de información sobre ella.
"Está bien" Dijo confundido Koretsu "¿Y qué quieres?".
"Vengo a llevarte al club del ocultismo" Contesto Koneko.
El silencio volvió a gobernar entre ambos, Koretsu no estaba entendiendo lo que pasaba ya que el jamás se había inscrito en alguno de los club que de la academia.
"Creo que te equivocaste de persona" Dijo Koretsu cruzándose de brazos "Nunca he tenido la intención de unirme a algún club y mucho menos al de Gremory-san".
Koneko levantó su mano para presentarle al joven un formulario de inscripción aprobado que tenía su nombre escrito en el. Koretsu arrebato el papel de las manos de la chica analizando con sus ojos abiertos los pocos datos personales que estaban escritos en el, número de celular, correo electrónico y dirección.
"¡Un segundo, yo nunca llene esto! ¡Es más, ¿cuándo me lo entregaron?!" Dijo Koretsu sorprendido.
"No lo sé, Akeno-senpai fue la que me lo dio. Mi única orden fue venir a buscarte" Dijo Koneko sin reaccionar a los gritos del pelinegro.
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"Entre las sombras" (High School DxD Fanfic, resubido)
Fanfiction"Somos capacez de hacer lo que sea por nuestros seres queridos, sin darnos cuenta en lo que podemos acabar convertidos" - (Historia resubida)
