.01. ᴘ ᴇ ǫ ᴜ ᴇ ɴ̃ ᴏ ʟ ᴇ ᴏ́ ɴ

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Los fuertes golpes a su puerta les hizo levantarse asustados, Ipek cayó de su cama al intentar levantarse, pues las sábanas se habían enredado en sus piernas

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Los fuertes golpes a su puerta les hizo levantarse asustados, Ipek cayó de su cama al intentar levantarse, pues las sábanas se habían enredado en sus piernas. El castaño se levantó colocándose tapándose con la manta para abrir la puerta, encontrándose con un muy enojado Sayyah.

Palideció para abrir la puerta por completo y bajar la cabeza, el anciano entro entre zancadas hasta llegar a dónde Kedim, quien le gruñía molesto.

— ¿¡qué te he dicho sobre está bola de pelos!?

— que no lo ande trayendo como una mascota ordinaria —murmuró asustado al sentir el jalón de su cabello, soltó un chillido sujetando la mano del pelirrojo intentando que lo soltará— ¡señor Sayyah suelteme por favor!

— ¿¡quién te autorizo a sacarlo de la carreta!?

— yo padre, así que suéltalo —los tres miraron a la entrada para ver cómo Thakmet miraba de manera fría a su padre, este, con un gruñido soltó de manera brusca al menor haciéndole azotar al piso—

Ipek se acercó rápido para abrazarlo y arrastrarlo atrás de la cama, el castaño chasqueo la lengua preocupado al ver cómo lágrimas comenzaban a asomar las cuencas de ambos, se hizo a un lado haciéndole una seña con la cabeza, pidiéndole hablar afuera. De mala gana y entre crujidos de sus dientes por apretar con fuerza su mandíbula salió del cuarto, Thakmet les lanzó una mirada de consuelo a ambos para cerrar la puerta con cuidado y seguir a su padre.

Con el cuarto a solas Sevil se dejó llorar entre los brazos del pelinegro, su cuerpo temblaba, la forma en la que Sayyah le vio le había recordado a esa fría y colérica mirada que los soldados le dieron cuando escapó de sus manos en Acadia.

Ipek sentía sus lágrimas correr por sus mejillas de manera silenciosa, le dolía ver de ese modo a su amigo y hermano así.

"maldita bestia"

Pensaba cada que veía a Sayyah, su castigo en vida fue quedar en manos de un hombre como él.

Sollozaba y gimoteaba del miedo sintiendo las palabras y caricias del ojiazul, abrazo con fuerza; sin llegar a estrujarlo, a Kedim, sintiendo su suave pelaje negro mientras lamía su mejilla, su lengua rasposa le hacía cosquillas.

Al ya logra respirar de manera tranquila escucho como abrían la puerta, Ipek y Sevil se tensaron pensando que Sayyah había vuelto. Todo eso se disipó al sentir los brazos reconfortantes de Thak, el aroma a cedro y hierbabuena le hicieron ronronear a los tres, sintiendo la vibración, el castaño mayor comenzó a acariciar sus cabellos mientras tarareaba la canción que usaba cuando eran más chicos.

— tranquilos, ya hablé con el —dijo de manera suave para no asustarlos, ambos alzaron su mirada viendo un golpe en la mejilla izquierda del mayor— todo está bien

Se separaron asustado, Ipek se levantó rápido para buscar la crema para golpes, Sevil lo tomo del brazo para levantarlo y sentarlo en su cama mientras Kedim se frotaba en su brazo.

𝐋𝐉𝐃𝐋𝐏: 𝐇 𝐀 𝐋 𝐈 𝐌 𝐄 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora