Prólogo

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"HERMANOS"

OLIVIA

— Olivia es mi hermana. — Ian no alzó tanto la voz realmente como a mi me lo pareció. Era un tono normal, uno del cual nadie interpretaría nada más allá de una simple afirmación. Pero en mi interior había retumbado tan fuerte que incluso unos segundos después sentí el rastro de lo que había anunciado.

Los presentes tenían sus miradas fijas en él, que se encontraba de pie, tan solo un paso delante de mí. Los cinco de la élite estaban sentados en sus respectivos sitios en la gran mesa de reuniones a la que Ian me había traído. En teoría era una especie de sede donde se reunían siempre, pero se parecía bastante a una casa normal y corriente.

— ¿Qué? — Dayana fue la primera en hablar.

— Estos son los documentos que acreditan lo que estoy diciendo. Y los dos estamos dispuestos a someternos a pruebas de ADN para que quede totalmente descartado el fraude.

La mirada de todos voló hasta los documentos que Ian extendía en su dirección, ni siquiera se molestaron en echarme un vistazo. Todos menos Avery. Empezaba a pensar que su obsesión por mi iba más allá de mis desafíos en las pruebas, pues no importaba lo que estuviera pasando a su alrededor, si yo estaba en la sala, sus ojos no se desviaban de mi ni un segundo.

Por eso, cuando Ian decidió que era hora de desvelar nuestro pequeño y bien guardado secreto me pidió que actuara como una inocente y asustada niña que no entendía como podía haber llegado hasta ahí, que su nueva vida la aterrorizaba más de lo que ellos podrían llegar a hacerlo.

Y en parte estaba asustada, no sabía cómo iban a reaccionar a esta información. Ni siquiera yo supe como reaccionar a ella cuando hace tres meses Ian me dejó los papeles sobre la mesa y me soltó un frío y calculado "Eres mi hermana".

— ¿Qué quieres decir con que soy tu hermana? — Giré levemente la silla cuando él se acercó a mi lado de la mesa para apoyarse sobre ella y mirarme de lado aun sosteniendo los papeles en sus manos. Los soltó sobre el escritorio y cruzó sus brazos.

— Naciste el 10 de julio de 2001. En la habitación privada de una de las esclavas dedicadas al placer de mi padre. Resulta que William Warm se descuidó lo suficiente como para dejar embarazada a una de sus favoritas.

— ¿Ese es el nuevo papel que quieres que cumpla? — Cuestioné extrañada — No va a colar, pueden pedirnos pruebas de ADN, unos documentos falsos no....

— La esclava se lo ocultó a mi padre hasta que abortar dejó de ser una opción. Hasta casi los siete meses, fue difícil, sobre todo cuando su vientre empezó a ser demasiado notable. Entonces los demás esclavos decidieron esconderla y fingir que estaba tan enferma que no podía acudir a su dormitorio. Cuando mi padre se enteró, ya era tarde. Ordenó que su nuevo bastardo sería criado entre las paredes de las celdas de los esclavos, que no le daría su nombre y mucho menos la libertad ni a él ni a su madre.

Estiré mi mano hacia los papeles que Ian dejó a un lado, los abrí y lo primero que vi fue una ficha con mi nombre y datos. Mi garganta se cerró lo suficiente que incluso que el aire pasara fue complicado. Los leí por encima mientras seguía escuchando la historia que me estaba contando.

— Por suerte, la esclava era inteligente. Así que cuando naciste no avisó a nadie, mintió diciendo que contaba con menos meses de los que en realidad tenía para que nadie estuviera al pendiente de ella. Esa misma noche salió de casa con la ayuda de otra esclava que mi padre usaba para lo mismo, fue la última persona que te vio. Se dirigió al orfanato más cercano y te entregó bajo el nombre de Olivia, sin apellido. — Señaló el apartado de mi nombre en la ficha —. Exigieron más información, pero la mujer se negó a aportar ningún dato más, si ella decía de quien eras hija lo más seguro es que te llevasen de vuelta.

El Juego De La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora