7. Esclavo y Maestro. Jiang Cheng x Mo Xuanyu

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Jiang Cheng le dio una mirada llena de lástima al chico frente a él. Estaba acostado en el suelo, cubriéndose el rostro con las manos mientras sus respiraciones trataban de calmar a su corazón acelerado.

Desde que había empezado su campaña para cazar a los cultivadores demoníacos todos le habían respondido de la misma manera. La mayoría de ellos ya había perdido la cordura por la energía resentida, así como había pasado con el Patriarca Yiling, por lo que lo habían retado mientras aclamaban a su supuesto líder.

Y todos habían terminado llorando una vez que Zidian hacía lo suyo...

Pero este muchacho era diferente. Él había llegado voluntariamente a Muelle de Loto y se había presentado a Jiang Cheng. Se había arrodillado frente a él mientras le imploraba que lo castigara por haber seguido el cultivo demoníaco... y ahora yacía en el suelo. Ni siquiera le había levantado la mano y Mo Xuanyu ya se encontraba en el suelo.

Y entonces comenzó a llorar de la nada.

- ¿Qué tienes? – le preguntó con brusquedad – Si no puedes siquiera soportar un vistazo de Zidian, ni siquiera debiste haber pedido un castigo –

Jiang Cheng se dio cuenta de que ni en sueños ese tipo sería Wei Wuxian.

Una parte de él, una que pensaba estaba muerta, le hizo tomar al chico del brazo y alzarlo. Miró su rostro, sentía que ya lo había visto en algún lado.

El maquillaje manchaba su rostro, pero reconocería los ojos característicos de los Jin en cualquier lado. Se alegraba que su sobrino tuviese los ojos de su madre.

- ¿Un bastardo de Jin Guangshan? –

Mo Xuanyu asintió repetidas veces.

Jiang Wanyin no se consideraba un manga cortada, pero debía admitir que ese joven era lindo. A regañadientes, sacó un pañuelo de sus mangas y se lo tendió, soltándolo después y dejándolo caer de nuevo en el suelo.

- Maestro... maestro, por favor – su voz apenas y se escuchaba tan frágil como un hilo.

- ¿Qué quieres? – le contestó con fastidio – Lárgate ahora antes de que termines igual que los otros de tu tipo –

- ¡No, por favor no! – Xuanyu gateó hasta él y se aferró a sus túnicas, incomodando al líder Jiang – Déjeme quedarme, se lo suplico –

- ¡Basta! – Wanyin se forzó a mirar hacia otro lado, donde el rostro vulnerable y débil del Mo no le hiciera hacer algo de lo que se arrepentiría después - ¡Fuera de mi secta! – levantó su mano, dispuesto a impactar contra las mejillas manchadas de negro del joven... pero al ver que obedientemente el hombre ponía su mejilla... lo hizo frenar de inmediato.

- No me deje... seré su sirviente, haré todo lo que me pida... -

Mo Xuanyu lo veía como quien suplica por una última oportunidad, y Jiang Cheng pudo ver mejor su cuerpo porque las túnicas se habían aflojado. Se notaba que no comía bien, de hecho, varios de sus huesos podían marcarse fácilmente en su piel.

Y el corazón del líder Jiang se ablandó un poco.

- ¿Todo lo que ordene? – Xuanyu lo miró esperanzado para mover la cabeza de arriba abajo – Bien, levántate y ve a lavarte eso – apuntó con desdén su rostro – Tienes prohibido salir de la habitación hasta que yo te lo diga –

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Jiang Cheng descubrió cierto placer suyo al tener a su disposición a ese joven de mejillas suaves y labios carnosos. Y con el tiempo dejó de tomarlo como sirviente... para tomarlo más como un caballero de compañía.

- Maestro Jiang... - llamó una vocecita dulce desde el rincón de su habitación, donde estaba un biombo - ¿Esto está bien para usted? –

Jiang Xuanyu salió, mostrando un hanfu violeta con bordados dorados, Jiang Cheng evitó sonreír y tan solo elevó su rostro con orgullo.

- ¿Lo estás haciendo para mí? –

- Sí –

- Entonces me gustaría que el hanfu se fuera... - 

DanmeiTober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora