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Izuku está nervioso, jodidamente nervioso. Siente que puede morir de los nervios.
Katsuki, si bien tiende a cambiar de actitud espontáneamente, los últimos días pareció actuar de manera más tranquila.
Y sobre todo, muy pegadizo y cariñoso. Algo raro, si se lo preguntan, pues mayormente es el quien tiende a demostrar más cariño y cumplir cada capricho.
Por eso la sorpresa es aún más grande cuando en una tranquila tarde de películas, mimos y besos, Katsuki le da completo permiso de tocar más de lo debido.
Los nervios le jugaron en contra y no pudo hacer más. O sea, vamos, Katsuki es la definición de belleza, y que alguien tan simple como él pueda tener el privilegio de tocarlo lo hizo desfallecer.
Sus manos solo recorrieron los lechosos muslos, subiendo hasta la delgada cintura y perdiéndose debajo de la ropa hasta poder tocar los firmes pectorales.
Además que no tiene experiencia y, al parecer, Katsuki tampoco. Son dos jóvenes hormonales inexpertos. Así que por el bien del rubio, y también del suyo, decidió investigar un poco más.
Debe decir que jamás imaginó lo complicado y doloroso que podía llegar a ser el sexo, ya sea para hombres o mujeres, hay muchos factores a tomar en cuenta.
Como: lo preparado mentalmente que este Katsuki, si se siente bien, si es doloroso, si puede soportarlo, que este cómodo, protección, etc.
No quiere lastimar a Katsuki, tampoco forzarlo, solo quiere que se sienta bien y ambos puedan disfrutar del momento.
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Katsuki ve nervioso a Izuku, jugando con sus manos para tratar de disipar los pensamientos que invaden su cabeza.
Izuku se ve igual, solo que con más confianza que el anterior día, así que decide dar el primer paso.
— ¿Puedo?... — susurra, Katsuki eleva la mirada y lo ve con sus ojos rubíes brillantes — Si no estás listo... Esta bien, Kacchan. Yo puedo esperarte toda una vida, soy feliz tal y como estamos...
Las dudas y nervios de Katsuki disipan ante esas palabras, viendo las mejillas pecosas teñidas de rosa suave y labios temblorosos.
Mierda, ama a ese chico estúpidamente lindo. Se siente bendecido de poder tener a alguien que lo ame de esa forma, capaz de esperarlo toda una vida si es necesario.
