Pista 4: Aliados... y Amigos

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Ren Iseonn, hijo del jefe de la nación Inviceo, amante de las batallas con espadas, futuro lider de su hogar, y... el mejor amigo del principe Kallum de Moonsdat.

El era el único que no veía al adolescente de ojos profundos como una amenaza.

La existencia del joven solo era sabida por los jefes de las naciones y sus hijos; marqueses,condes o varones, ni mucho menos los ciudadanos de dicho pais, sabian de el.
La respuesta a la pregunta de tanto misterio, es bastante compleja.

El nació con unas perlas negras chatas en las orejas y los médicos que lo revisaron, se alarmaron ante sus descubrimientos ; Era un ser con una energía verdaderamente poderosa, como una... bomba.

A partir de ahí, los padres del pequeño niño decidieron mantener su existencia en secreto, y alertar a los mandatarios de altos cargos por cualquier problema posible.
Nunca tuvo contacto con el mundo exterior, únicamente podía salir al jardín del palacio, y estar dentro del mismo.

Ren,con once años, lo conoció ahí, en ese misterioso jardín repleto de rosas blancas.

Su padre y el tuvieron que asisitir a una reunión
con sus majestades. Ahí conoció a Odette.
No le agrado para nada.
Aburrido, decidió salir al jardín a pasear un poco.

Y ahí lo vió: un pequeño de ojos azules profundos, pelo azul oscuro con reflejos anaranjados, piel palida como la luna , y una rosa en la mano.

Sorprendió, advirtió pequeñas gotas de sangre resbalando por el talló de la hermosa flor, y la cara tranquila del niño.
Sonrió. Le agradaba.

-¡Hola, un gusto, mi nombre es Ren Iseonn, un gusto conocerte!¿Como es te llamas?- preguntó animado.
El pequeño no emitió sonido alguno. Se giro a mirar la flor. Y se hizo un pequeño silencio.
Ren entendió, entonces, que no serviría entablar una charla con el.
Triste, y dispuesto a marcharse, el niño dijo las palabras que darían inicio a una bonita y leal amistad;

- Mi nombre es Kallum. Un gusto conocerte también, Ren de la nación Inviceo-.

El carruaje se dirigía rápidamente con destino a las rejas de la mansión Dimenton.
El adolescente pelirrojo fue mandado por el príncipe a conseguir información del duque.

- Lo veo pensativo, amo Ren- musitó el asistente del recién nombrado.

-¿No cree que el plan del príncipe Kallum es muy poco factible, mi señor?-.

Ren soltó una pequeña risita.

-¡Todos los planes de Kallum son poco factibles, Bruno!. Sin embargo, siempre tiene un haz bajo la manga, confío plenamente en el y su manera de actuar y pensar-.

Lio se tranquilizó de a poco. Tendría que afrontarlo de alguna forma, no tenía opción. Escucho unos pasos. Alguien se acercaba. Se secó torpemente las lágrimas.

- ¿Hola padre, necesitas algo...?- susurro.

- Wow, no sabía que era tan viejo, me siento ofendido...- respondió desanimado una voz.

Lio se dió vuelta rápidamente, y vió al duque
de la nación Inviceo, haciendo pucheros.

- ¿¡R- Ren Iseonn?!, padre no me dijo que tendriamos visitas...- exclamó sorprendido.

- Jajaja, yo me auto invite, Duque Lio, lamento si he sido inoportuno- soltó su típica carcajada.

- Para nada, yo...- decidió no hablar, aún sentía el nudo en la garganta.

- ... vos, definitivamente no estás bien por el matrimonio forzado, verdad?- afirmo el pelirrojo.

Lío lo miro asombrado. ¿ Cómo supo que le pasaba?¿ El resto ya sabían de esa unión?

-C-Como supiste que...-

- Me entere hace poco, no te puedo afirmar que el resto de las naciones lo sabe. Vine a ayudarte.
A partir de ahora, Lio Direone, seamos amigos.

Las piezas se acomodas, y esta pequeña jugada que recién comienza, derribara al peón de Odette.




Dear My Ever GardenWhere stories live. Discover now