SIPNOSIS: Demitri y tú llevan una relación informal oculta, hasta que Demitri decide dar el siguiente paso al escucharte hablar en doble tono del Sensei Lawrence.
ADVERTENCIAS: Dinámica dom/sub, elogios, atontamiento, apodos, oral (f recibe), etc.
EXTRAS: Se usa el pronombre "ella", hay historia por detrás, continúa en el siguiente capítulo, el Dojo es Cobra Kai o Colmillo de Águila.
ESCRITO POR: cow-smellsen Tumblr
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"Sólo digo que... no me importaría especialmente un uno contra uno con el Sensei, ¿me entiendes?". Te ríes, confiando en Aisha mientras las dos disfrutan del almuerzo juntas en su mesa habitual en la escuela. "Quiero decir, ¿lo has visto con el uniforme medio desabrochado? ¿Esos abdominales?"
Aisha asiente con entusiasmo, y tú te emocionas al continuar. "Imagínate qué más puede enseñar aparte del karate". Las dos sueltan una risita por lo sugerente de tu comentario.
"¿De quién estamos hablando?" pregunta Demetri, materializándose detrás de ti de repente. Él y Miguel se sientan junto a ti alrededor de la mesa.
"Oh, nadie". Aisha trata de cubrirte mientras te sorprendes en el silencio. No dice nada más sobre el tema, pero te das cuenta, por la forma en que te mira, de que Demetri ha oído más de lo que te hubiera gustado.
Demetri y tú teníais una relación indefinida; siempre coqueteabas con él y con su creciente confianza empezó a corresponder a tus coqueteos hasta que llegasteis a un punto de ebullición hace un par de meses, cuando te llevaba a casa desde una fiesta en la playa y te encontraste dándole un beso de buenas noches.
La relación creció rápidamente hasta convertirse en sesiones de besos cada vez que se encontraban a solas, lo que ocurría con bastante frecuencia, ya que ambos encontraban cualquier motivo para aislarse de los demás.
Nunca definieron la relación, lo que parecía estar bien ya que Demetri no presionaba el tema y ambos lo mantenían para sí mismos.
Así que no había ninguna razón real para ponerse nervioso si Demetri se enteraba de tu sed por el Sensei Lawrence. Eras libre de tener sed por quien quisieras.
Entonces, ¿por qué te sentías culpable de repente?
El almuerzo transcurrió sin incidentes. Se levantaron, con las bandejas en la mano, listos para guardarlas e ir a la siguiente clase, cuando Demetri pasó junto a ustedes y preguntó de la manera más casual: "Tengo un nuevo juego de dados de D&D. ¿Te apetece venir a jugar un poco?".
Miras al chico que se eleva sobre ti, con un brillo travieso en los ojos.
