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❛ ⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯ MIGUEL DÍAZ & ELI MOSKOWITZ (COBRA KAI & EAGLE FANG KARATE)
SIPNOSIS: Miguel, estresado en medio de una sesión de estudio, aprovecha que Eli salió de casa para pasar tiempo a solas contigo.
ADVERTENCIAS: Dinámica dom/sub, elogios, atontamiento, apodos, torcedura de tamaño, elogios, relación poliamorosa, torcedura de saliva, etc.
EXTRAS: Se usa el pronombre "ella", no sucede nada miguelxhawk, pero es entendido que es una relación de tres.
ESCRITO POR: stxrniqlo en Tumblr
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Cuando te despertaste con la cama vacía, te pusiste de mal humor. Al salir al salón, encontraste a Miguel sentado a la mesa, con los libros de historia desparramados delante de él mientras garabateaba furiosamente en su cuaderno, con las gafas resbalándole por la nariz mientras se desconcentraba.
"Buenos días, mi amor, ¿dónde está Eli?", murmuraste, acercándote a la nevera y cogiendo el café helado que Eli nunca dejaba de prepararte cada vez que se despertaba antes que tú.
"Buenos días, preciosa, el último seminario psicológico de Eli se ha adelantado a esta mañana, así que estará fuera la mayor parte del día", contestó, arreglándose las gafas y tirando de ti hacia su regazo mientras caminabas hacia él, dándote un beso en la mejilla.
Mientras te sentabas con él, observando cómo estudiaba, parando de vez en cuando para darte un beso o acurrucarte unos minutos, te encontraste retorciéndote y poniéndote nerviosa.
No habías pasado mucho tiempo a solas con Miguel debido a su carga de estudio, así que echabas de menos los momentos en los que sólo estaban tú y él. Te encantaban los momentos que compartían los tres juntos, pero también te encantaba pasar tiempo a solas con Eli o con Miguel.
Mientras te movías por lo que te pareció la enésima vez, Miguel soltó un gemido ahogado y te miró con los ojos entrecerrados, haciéndote enarcar una ceja.
"¿Qué?", murmuraste, pasándole la mano por los rizos despeinados.
"Deja de moverte tanto, me haces imposible concentrarme, niña bonita" murmuró, levantando los ojos hacia ti desde las notas que había garabateado en la página.
"Oh, así que no es tu teléfono el que me está pinchando el trasero ", bromeaste, una pequeña risita salió de tus labios cuando él juguetonamente puso los ojos en blanco, dejando caer su bolígrafo y envolviendo sus brazos alrededor de tu cintura.
"Quiero sentirte, ¿crees que puedes sentarte en mi polla como una buena chica hasta que termine la siguiente página de notas?", te preguntó, mirándote con una sonrisa perezosa en la cara, dándote un dulce beso antes de que te separaras asintiendo.
Saliendo de su regazo, te deslizaste la ropa interior por las piernas, pateándolas a un lado mientras él se colocaba, haciendo que te sentaras a horcajadas sobre él, con el pecho pegado al suyo, guiando lentamente tus caderas mientras te hundías en su polla, haciendo que ambos suspirarais y os mordierais los gemidos.
"Ahora no te comportes como una mocosa para que pueda concentrarme, porque si lo haces, tendré que decírselo a Eli", te advirtió, haciéndote reír mientras apoyabas la cabeza en su hombro, pasándose una mano por el pelo mientras volvía a concentrarse en su libro de texto.
Mientras estudiaba, sentiste que los ojos se te hacían pesados, que la felicidad que te producía te llenaba y te estiraba hasta hacerte casi abrumadora. Sentiste que te ibas quedando dormida poco a poco, sólo para despertarte cuando Eli entró por la puerta y la cerró ruidosamente.
"Hola, Eli, creía que ibas a estar fuera todo el día", preguntó Miguel, rodeándote la cintura con el brazo y levantándote ligeramente mientras se deslizaba un poco en la silla.
"Tengo que volver, sólo he venido a por mis otros apuntes, ¿por qué está tan callada?" respondió Eli, acercándose a ti, pasándote la mano por el pelo antes de agarrártela con fuerza y tirar de tu cabeza hacia atrás, obligándote a mirarle, con una sonrisa burlona en la cara.
"¿Qué? ¿no puedes hablarme con una polla dentro de ti, cariño?", se burló, inclinándose hacia delante y besándote acaloradamente antes de separarse y sonreírte. Antes de alejarse, te agarró bruscamente de la mandíbula, forzándote a abrir la boca y dejando que un hilo de saliva cayera por tu garganta.
"Cuando llegue a casa, te sentarás en mi polla hasta que Miguel vuelva del entrenamiento, ¿vale, cariño? Echaba de menos verte sentada en mi polla, con cara de tonta y de puta". Sonrió, apretándote un beso en la sien, haciéndote asentir con impaciencia mientras apretaba también un beso en la sien de Miguel. Cuando salió por la puerta, soltaste una sonora carcajada.
