Capitulo 12

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Lunes, 15 de Noviembre.

MinHo sostenía la manito de HeeSeung, bueno, algo así, ya que el pequeño sólo sujetaba su dedo índice mientras ambos observaban como JiSung corría de un lado a otro alistando todas sus cosas para aquel día.

El omega no solo tenía universidad, también debía trabajar y para su gran desgracia sus amigos estaban en las mismas. MyungJun, JinWoo y SungJin tenían trabajo aquel día mientras que su hermano estaba en un viaje de negocios a Busan, así que si, nadie podía cuidar de su retoño, no podía dejarlo con sus amigos quienes también debían ir a la universidad, ¡incluso Félix estaba ocupado!.

Así que ante todo pronóstico, recurrió a otra persona para cuidarle, ya que HeeSeung aún no tomaba mucha confianza con Chan.

—Ya sabes que hacer.—JiSung se acercó a ambos, señalando la palma de su mano al hablar mirando directamente al alfa quien le miraba.—HeeSeung come a las mismas horas que tú lo haces en un horario regular, así que ya tomo su desayuno y solo debes prepararle el almuerzo, no le des dulces para su merienda, prepárale algo con frutas o verduras, él las come bastante bien. Si algo sucede llámame, sabes que responderé, solo puedes depender de mi porque YoungHyun hyung está en Busan, anote de todas maneras el número de SungJin hyung pero él está trabajando así que abstente de llamarlo. Ya HeeSeung se lleva mejor contigo, pero no lo presiones a nada, dale su espacio y él hará caso. ¿Me entiendes, Lee MinHo?.—el mencionado asintió varias veces como un cachorro, viendo a JiSung asentir antes de agacharse.—Pórtate bien mi pequeña calabaza.—MinHo sonrío ante el apodo, pues HeeSeung había nacido en un día de otoño que era cuando las calabazas se usaban y comían más por temporada.—Vendré por la noche, ¿si? Hazle caso a papá y no dejes que te moleste, ¿bien?.—le hizo cosquillas en su pancita haciéndolo reír un poco.—Te amo un mundo.—besó su cabecita antes de rozar sus narices en un beso esquimal que el pequeño siguió.—Nos vemos entonces hyung, ya sabe.

—Si, si, lo tengo claro.—MinHo suspiro, asintiendo varias veces.—Te prometo que lo cuidare bien, no te preocupes, todo estará bien.—JiSung asintió, acercándose al mayor quien se puso algo nervioso por la cercanía del otro.

—Gracias por todo...—susurró, besando su mejilla antes de separarse con las suyas propias enrojecidas.—¡Nos vemos en la noche!.—JiSung se retiró rápidamente, lanzándole un beso a HeeSeung quien se despidió con su mano, viendo a su madre irse.

—Bueno...—MinHo giró a HeeSeung, bajando la mano que había colocado en su mejilla segundos atrás.—¿Que quieres hacer, mi estrella?.—HeeSeung señaló al televisor en la sala por lo que MinHo asintió.—¿Una película suena bien?.—HeeSeung solo le soltó, dirigiéndose al espacio que MinHo mantenía para que él jugara todos esos días. El alfa rió, acercándose al sofá donde se sentó encendiendo la televisión para distraer a HeeSeung junto a sus juguetes.

Observó a su pequeño, cómo jugaba con sus cosas tranquilamente, aveces mirando la televisión un momento para luego volver a su importante tarea de alinear sus cubos en maneras extravagantes, haciendo pucheros que solo lo hacían sonreír cuando las figuras caían haciéndolo empezar nuevamente.

Debe admitir que aquellos ultimos días habían sido algo preocupantes pero también agradables para su propia persona. Luego del incidente en casa de HongJoong y SeongHwa había hablado con ellos por teléfono al otro día, disculpándose nuevamente pero estos estaban más que bien y preguntaron preocupados por el bienestar del omega y el cachorro, a lo cual MinHo les comento con total sinceridad que ambos estaban bien y tranquilos. De todas maneras, haber hablado con ellos dos no significaba que había podido hablar debidamente con JinWoo, aquello era una conversación que aún seguía en pausa, tristemente.

Aún así, lo bueno de aquella semana era la cercanía que había formado con los dos, pues ante la tensión que se había provocado JiSung se había quedado en su apartamento varías veces con HeeSeung. Había podido pasar más tiempo con su hijo, de manera más íntima y a todas horas, algo que hizo que HeeSeung se sintiera más cómodo a su alrededor, aunque la comunicación seguía siendo sumamente limitada, al menos podía tomar su manito o cargarlo cuando era necesario si le preguntaba primero, también HeeSeung aveces pedía que lo acurrucara en su pecho para así poder inhalar su aroma tranquilamente.

Retoños de EstacionesWhere stories live. Discover now