¿ Nornalidad?

121 28 5
                                    

Ya estábamos muy felices por haber logrado irnos de ahí, la neblina surgió de nuevo lo cual nos impedía ver afuera, pero pues lo bueno era que ya el tren se estaba alejando al menos eso era lo que pensábamos. Ya había transcurrido un buen tramo, pero notamos que no se veía ninguna otra estación.
—Detente Fernando, iré a checar que está pasando. Grito Laura desesperada ya pues no se veía que estuviéramos avanzando.

Se bajó y grito:
——Hanna, por favor ven necesito que veas algo. Rápidamente descendí del tren, y me encontré con algo terrible y desconcertante.
Nunca habíamos avanzado, siempre estuvimos en el mismo lugar, por alguna extrañarazón nunca salimos de ese pueblo, o avanzaba y se regresaba a la misma estación, no se el motivo, pero nunca pudimos salir de ahí. Nos subimos al tren y fuimos a avisarle Fernando lo que estaba ocurriendo.
Lo siento, pero a lo que veo tendremos que quedarnos a aquí, hasta que alguien nosrescate si es que lo hace alguien, no nos queda otra opción más que instalarnos aquí ycuidarnos mucho entre nosotros.
Era tan triste todos extrañábamos nuestra vida, a nuestra familia, pero teníamos queacostumbrarnos y tratar de mantener la cordura.
Volvimos al motel, el cual era muy cómodo, muy al estilo de las películas antiguas, de un solo piso, con una recepción de madera y con un toque muy al viejo oeste, pero tenía todo lo que necesitábamos para vivir de manera cómoda, Laura dormía en la misma habitación conmigo y Arturo en la habitación de al lado. Pasaron días, semanas, hasta ver que ya había pasado un mes más, aprendimos a vivir juntos diario nos turnábamos para cocinar, uno iba al supermercado,racionábamos la comida, y alguien cocinaba, jugábamos cartas, y luego rotábamos horarios para dormir y uno se quedaba despierto, habíamos puesto un telescopio concual podíamos alcanzar a ver a la estación del tren, y lamentablemente aquella luz nose volvió a ver. No queríamos resignarnos a que jamás volvería, apenas había pasado un mes puede que ya vuelva a pasar de nuevo, o por lo menos esa era la idea que nos motivaba a todos a poder mantenernos cuerdos y con un poco de felicidad y optimismo. Ya habían pasado dos meses a lo que pudimos contar, cuando de repente una noche llego de nuevo la neblina, lo cual era una clara señal de que el tren pudiera regresar esta noche.----parece que es momento de largarnos de aquí, dijo Laura sonando muy decidida. Esa noche tomamos algunas bebidas energéticas, nuestras mochilas y provisiones, y tomamos camino para la estación, apenas y lográbamos ver por esa neblina que era más densa de lo normal. Después de caminar casi a oscuras llegamos nos instalamos en las bancas de la estación, esta vez no nos ocurriría lo de la otra noche. Transcurrieron casi dos horas, cuando de repente se escuchó el ruido del tren, las luces se dejaban ver pese a aquella neblina, corrimos haciendo señales, y abrimos las puertas del tren y nos subimos al primer vagón, nos subimos y nadie iba en aquel tren, íbamos muy eufóricos ya que no podríamos creer que al fin saldríamos de ese pueblo. Poco a poco comenzamos a tener señal en el teléfono, aunque ocurrió algo más extraño que lo que nos había sucedido en aquel pueblo, el horario de nuestro celular cambio junto con la fecha, parece que apenas había transcurrido un día. Estábamos asombrados ante aquel suceso, no sabíamos que diríamos los tres ya que si decíamos lo que nos pasó todos creerían que estábamos locos, así que preferimos guardar todo eso que vivimos durante meses para nosotros mismos, y jamás volver a tocar el tema, continuar con nuestra vida normal, aunque eso que nos pasó jamás podríamos olvidarlo.
Nunca se queden dormidos en la estación del tren, no saben que podría pasar o en qué lugar podrían terminar.

La estación PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora