Oriana
Admito que por momentos estoy muy confundida, con todo lo de Rafael, pero ahora estoy como en un extraño sueño, en el que no puedo parar de preguntarme ¿Esto es real? Parece que sí. Rafael se sinceró conmigo, dijo que yo le gusto, admitió estar celoso. Y aunque ninguno de los dos teníamos esas intenciones, hacíamos poner celoso al otro. La hermana de Iván es muy bonita, pero supongo que no lo suficiente como para Rafael. Aunque la belleza no lo es todo, no sé que más en ella podría llamar la atención de él.
Por otra parte, ya lo he dicho, Iván es atractivo y atento, pero no me nace nada más que una amistad con él.
Ahora que lo pienso, Iván me dejo en mal estado, por lo que me dijo Rafa, pero ¿Se habrá molestado porque me fui sin decirle? No tengo ni mensajes ni llamadas de él, tampoco de mis amigos. Hoy solo hable con mamá y Rafa.
—¿Dónde está esa cabecita? —mi abuela me miraba atenta—
—Lo siento abuela, pensaba.
—¿Y en quién si se puede saber?
—Nadie en particular.
—Si tú lo dices. ¿Puedes llevarle la taza de café a tu abuelo? Él está afuera.
—De acuerdo.
—Ahora te dejo el tuyo.
Al llegar a Luján almorzamos con mis abuelos, pero papá tuvo que salir poco después, por asuntos de trabajo, improvistos más bien. Yo me quedé con mis abuelos, hace mucho tiempo no los veía, semanas, creo.
—Aquí traigo el café para el caballero.
—Hijita, me da gusto que estés aquí.
—¿Ah sí?
—Claro, eres mi princesa mayor, la primera que hizo llorar a este viejo.
—¿Llorar, por qué dices eso abuelo?
—Cuando naciste me emocione mucho, eras la primera niña, tu tía Georgina ya me había dado dos nietos.
—Bastian y Benjamín.
—Sí ¿Sabes algo?
—No ¿Qué?
—Bastian, tu tía Georgina y tu tío Federico vendrán a cenar. Seguro vienen temprano, quieren verte.
—¿De verdad? ¿Y Benjamín?
—Estudiando ¿Recuerdas que obtuvo una beca en España?
—Es cierto. Hace mucho no sé de él. Con Bastian apenas hablamos de nosotros y hace mucho que ni eso.
—Esta es una buena oportunidad para volver hablar.
—Iré por mi café y luego subiré a ver que me pongo.
—Dale las gracias a tu abuela —indico con la taza al aire— y a ti por traerlo.
—No es nada. —regrese a la cocina— Abuela, dice el abuelo que gracias por el café, yo digo lo mismo —admití al tomar mi taza— subiré a darme un baño.
—Bueno cariño. Yo estaré afuera con mis plantas.
—Bien.
Subí a mi cuarto, mis abuelos prepararon una habitación de huéspedes a mi gusto, para que estuviera cómoda. Antes era la habitación de mi tía Georgina y mi tía Alejandra.
Busqué la muda de ropa más nueva que había traído, y la deje sobre mi cama. Entré a darme un baño y salí con una bata que dejo mi abuela para mí. A medio vestir recibí un mensaje de Rafael.

YOU ARE READING
Quisiera no amarte ||EN PROCESO||
Teen Fiction-Ella, es una chica con sueños. No piensa en el amor. -Él, es un chico inteligente, no quiere que llegue el futuro, le gusta vivir el momento. No cree en el amor. Éramos dos seres distintos. O eso creíamos hasta que nos conocimos realmente. Nos dim...