02| Esperar

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La primera persona que consiguió conocer el secreto que Anya guardaba tan celosamente por temor al repudio y miedo, no fue la que planeó. O al menos teorizó.

Siempre le había parecido una gran ironía del destino el hecho de que, de una forma u otra, los caminos de su familia terminaran cruzándose con Desmond incluso exceptuando la planeación meticulosa de su padre. Pero el hecho inaudito que Damian Desmond, el prepotente hijo del objetivo de Twilight conociera su secreto, por delante del perspicaz Twilight, de la perceptiva Thorn Princess, del cauteloso Franky y los desconfiados de Nightfall y su tío Yuri.

Y a pesar de todo, él no se marchó. Hasta que uno de los secretos más fuertes fue revelado exclusivamente para él, y consiguió una ruptura abrupta y decisiva entre ambos. Al punto de que Anya rompiera su promesa, con tal de saber algo del ya desaparecido del mapa, Damian.

"Anya... ¿¡Cómo demonios puedes burlarte de la muerte y desprestigio de mi padre?!"

Anya entrecerró los ojos y pretendió seguir inconsciente. Por suerte el heredero de los Desmond no se había percatado del despertar de la Forger.

Ella esperó que el segundo hijo se aburriera del acto de caridad que ejercía por la presión de las personas que seguramente lo habían forzado.

Esperó, y entrecerrando los ojos la primera vez el cielo era de color naranja.

Esperó, y el color cambiaba a uno más oscuro.

Anya no era paciente. Por lo que decidió divagar un poco, con la finalidad de huir momentáneamente de aquella realidad en la que había sido otra herramienta desechada del mejor mentiroso de Westalis.

Cuando su padre murió, ella simplemente no podía aceptarlo. Cuando supo de la misteriosa enfermedad de Donovan Desmond, no quiso creer en los últimos pensamientos de su padre que respectaban a cada instante con su misión, eran ciertos con respecto a envenenarlo.

Esperó.

Esperó

Si hubiera sido la hija biológica de Loid Forger y Yor Briar... ¿Habría sido diferente?

Con el pasar de los años había comprendido la gravedad de lo peligrosa que era su familia. El nivel de riesgo y la probabilidad alta que, o el señor terrorífico del teléfono de Garden o Silvia llegaran a su hogar encubriendo la muerte de alguno de sus progenitores con elaboradas mentiras.

Si tan sólo hubiera sido normal.

¿Cuánto tiempo había esperado a que su padre volviera?

Esperar.

Esperar.

Su padre se fue. Ya debía aceptarlo, era mayor de edad. No iba a volver, porque su misión era importante. Debería bastarle con leerle la mente al tío Franky, quien decidió quedarse cerca de ellas.

¿Por que él no?

Sintió como una lágrima rodaba por su cara. Y otra, y otra más. Después de todo existía una parte de ella que permanecía y se aferraba a ser aquella caprichosa niña que deseaba una familia.

- Perdón

Anya cerró aún más los ojos. Todos se iban, todos la dejaban.

Esperó a la señora Williams. Quien le había prometido que confiaría en ella, pero la creyó loca al mencionarle sobre sus poderes.

Pidió perdón a los señores Levsky por romper accidentalmente una pieza delicada de vajilla, accidente que la meticulosa familia tomo como un mal augurio para la adopción de la niña.

Ladungen ▪ Spy x FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora