04| Dubitación

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La pregunta no es: ¿Quién es el enemigo?

La verdadera pregunta es: ¿Quién no lo es?

Edén tenía un requisito primordial. Para criar a un hijo era necesario tanto como la figura paterna y materna. Con la ausencia de uno de ellos, el estudiante no podía ingresar a Edén.

No faltaban algunas desagradables ocasiones en las que fallecía uno de los políticos, sobre todo en esos aires internacionales tan fríos. Pero un año fue particularmente especial, en mala forma.

Ya que no fue solo uno, el estudiante que abandonó Edén.

No.

Ese año fueron cinco estudiantes los que abandonaron la escuela por esa razón de fuerza mayor.

·Ladungen·

Era un hermoso local lleno de prendas de vestir, de aspecto embelesador para cualquier dama de Ostania, sus diseños eran de ensueño y estaba realizado a detalle.

Eso no era todo. Alguno que otro joven no podía evitar observar a una hermosa castaña, con una cabellera atada en una coleta alta, con el cabello cayendo como cascada. Poseía unos ojos bastante hermosos, una figura esbelta y una seguridad característica de las personas que tenían dinero.

Entró, y pareció hablar con la dependienta un par de instantes antes de que dejara el local y limpiara de un manotazo las lágrimas que comenzaban a asomarse por sus ojos, mirar los vestidos con un anhelo de alguien que conocía esos lujos y los había perdido hace un tiempo.

No le habían dado el trabajo, y a ella había dejado de sorprenderle, ya que preferían a alguien con experiencia previa, no una novata como ella. Pero a pesar de estar acostumbrada el rechazo le seguía doliendo.

- Esa es la primera sospechosa – contestó Damian, antes de entregarle la hoja que daba testimonio de que Anya había sido sujeto de experimentación.

La escena delante de sus ojos era un escenario que Anya creyó que era imposible para alguien de tanto recurso como lo había sido Becky Blackbell.

- Intenta leer su mente – propuso Damian ignorando que Anya parecía derramar lágrimas – estás a un rango que te lo permitirá, ¿no es así?

Anya intenta leer lo que piensa, segura de que no encontrará algo sospechoso en los pensamientos de tan vieja amiga. Pero vuelve a equivocarse, porque no puede leer nada.

- Ese archivo... - susurra Anya tomando el documento en sus manos, leyendo dentro de lo estipulado, el nombre del padre de Becky – Segundo – Damian se enfada con la mención del apodo pero voltea a ver a Damian – ¿esto es mentira? ¿cierto? – ruega, mientras recuerda los momentos pasados con sus amigos, y ocasionales rivales, una inocente niñez sin percatarse de los negocios tan turbios que tuvieron sus padres – Quiero a mi mamá – solloza como niña pequeña, hundiendo la cabeza en el pecho de Damian – quiero abrazar a Bond...

Quiero a mi papá.

Esa era la frase que deseaba decir Anya pero no dejaba de sollozar al respecto.

Damian suspiró, era demasiada información que procesar, al menos de momento. Había presionado demasiado a Anya hasta ese momento.

Vale, su vida no era perfecta. Pero la había arrastrado de nuevo al infierno de donde ella tanto había intentado escapar.

- Te llevaré a casa.

Por las calles de Ostania, se podían ver dos jóvenes. Una chica algo baja, con la cabeza agachada apoyada en el brazo de un jovencito; muchos los encasillaban en el misma situación de otro jóvenes en la misma situación. Pero como siempre las apariencias engañaban, no se trataba de una pareja dando un paseo ni mucho menos, era lo más lejos de la realidad.

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⏰ Last updated: Oct 23, 2022 ⏰

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Ladungen ▪ Spy x FamilyWhere stories live. Discover now