° 07| TERCERA PARTE °

435 62 3
                                    


No creí que el silencio fuera tan cómodo mientras ves la sonrisa de una persona. Incluso el tiempo pasa volando, tanto que no logré sentir como dos horas pasaron mientras veía como idiota a Taehyung.

Es un chico misteriosamente tierno.

Hace rato mientras veíamos el estanque, me ordeno entre titubeos que fuera a un carrito cercano que vendía sandwiches a comprar pan... Para los patos.

Luego de minutos de intensa charla con el vendedor, acepto venderme un par de rodajas en una bolsa. Cuando se lo entregué al castaño, sonrió en dirección a los animalitos y me agradeció en voz baja. Con sumo cuidado comenzó a cortar trocitos con sus dedos y meterlos en la misma bolsa de plástico.

— ¿Q-quieres alimentarlos conmigo? — pregunto mientras tomaba asiento en el pasto cerca del estanque.

— No. — negué de forma suave— Los patos no son mis animales favoritos. —dije sonriendo para sentarme a su lado. Odiaba a esos animalitos, mi abuela tenía algunos cuando era niña y una vez me persiguieron durante minutos mientras lloraba.

Traumas con patos, que feo.

Y así fue como terminé viéndole lanzar en pequeñas cantidades el pan para que las aves lo comieran. Cada que los pequeños demonios revoloteaban pidiendo más, él sonreía y terminaba lanzandoles más. Si sonrisa seguía cautivandome de una manera asombrosa.

— El pan no posee valor nutricional para ellos... —dijo de repente girandose en mi dirección por lo que di un salto. Me pescó viéndole cómo tonta. —Pero aún así es lindo verlos comer con tanto afán y que te den toda su atención.

Sus ojos veían mi cabello de arriba hacia abajo con tal de no toparse con los míos. Ojalá pudiéramos tener contacto visual, amo ese color en sus orbes.

— Esos animales no son lindos, son seres crueles — respondí sonriéndole para luego mirar a los susodichos y entrecerrar los ojos.

Puedo perdonar, pero jamás olvidar.

— Tu eres cruel.

— Claro que no, ellos lo son.

— Tu lo eres —insistió sonriendo levemente.

— Ellos.

— Tú.

— Ellos.

— Tu eres la cruel, Jung Somin. —dijo carcajeando levemente.

Oh Dios mío, esa risa casi me lleva a conocerte. ¿Cómo puede ser tan divina?

— Creo que es hora de volver a casa —habló verificando que se había quedado sin pan, levantándose de mi lado y comenzando a caminar. — Nos vemos luego, patitos.

— ¡Oye esperame, Kim Taehyung!

Fue una corta pero bonita salida, y con esto está decidido... Kim Taehyung marcará mi vida.

Y estoy ansiosa de saber en qué forma.










°°°
Los capítulos serán así de cortos, por lo que la historia quedará más larga.

Besooooos <3

Autismo || KTH || PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora