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Estaban en medio de la noche, pero parecía que el Barrio Francés no se daba cuenta. SeokJin y los otros habían escapado de la comisaría de policía en un torbellino de humo púrpura y caos, cada hombre había salió corriendo en una dirección diferente. Las calles concurridas ayudaron a ocultarlos. Se suponía que tenían que huir durante quince minutos, luego, volver a un punto de encuentro, una vez que estuvieran seguros de que estaba despejado.

Cualquiera que no pudiera librarse de la policía iba a tener que confundirla por el bien del grupo.

SeokJin había eludido fácilmente cualquier persecución, utilizando las multitudes como cobertura. Después de lanzarse por algunas calles secundarías, vagó a lo largo de Bourbon Street durante diez minutos, la multitud llena de juerguistas de Pascua le guiaron como un barco en un río.

Trató de no contemplar su situación, pero era difícil mantenerla fuera de la mente. Ahora eran buscados por la policía. NamJoon y él habían dado su identificación al detective cuando prestaron declaración sobre la escena del crimen, por lo que al final los conectarían con la fuga. Saldría su verdadero nombre y la Oficina se involucraría. Tendrían que dar muchas explicaciones, pero estaba seguro de que él y Jungkook podrían librarse de ello.

Y luego estaba Jungkook. Parecía que seguía olvidando lo que Jungkook había admitido, como si su mente estuviera tratando activamente de bloquearlo. Jungkook había pasado esencialmente los últimos dos años espiándolo. ¿Cómo se suponía que iba a saber lo que era real y lo que había sido otro de los trucos inteligentes de Jungkook para sacarle información?

¿Cuánto de Jungkook había visto realmente? ¿Cómo de bien conocía a Jungkook?

Al llegar a Jackson Square, Jimin fue al único que vio. Estaba merodeando cerca de la verja de hierro que rodeaba el área de césped. Durante el día, la gente utilizaba la valla para colgar obras de arte y vender sus productos, pero por la noche todo se quitaba. La gente se sentaba en la repisa de hormigón o se apoyaba contra la valla, fumando, bebiendo y riendo. Varios de ellos tocaban música con botes para pedir dinero delante de ellos.

Jimin estaba cerca de un hombre con una guitarra. Cuando vio a SeokJin, se apartó de la pared y sonrió de soslayo.

—No es exactamente un lugar de encuentro discreto.

SeokJin se encogió de hombros.

—Fue el único lugar al que todos sabíamos cómo llegar. Y está lleno de gente.

—Cierto. ¿Qué diablos está pasando?

SeokJin hizo una mueca y miró alrededor. No quería que pasar por esto más de una vez, y sabía que los demás tendrían la misma pregunta.

—Es complicado.

—Soy bastante inteligente —dijo Jimin con una risa—. Por lo general puedo seguirlo.

SeokJin resopló.

—Kim, los otros llegarán pronto, y entonces estaremos lidiando con toda la dinámica del grupo, las acusaciones y serios síndromes de déficit de atención, de modo que... ¿quieres que sepa que pasa ahora para poder ayudarte?

SeokJin miró al hombre durante un largo momento, y luego asintió.

—Eras el médico del grupo, ¿verdad? ¿Para poder tratar... cualquier herida que se produjera?

—Sí –dijo Jimin con cautela—. ¿Por qué?

—Me encontré con Jung HoSeok —dijo SeokJin, y se apresuró a explicar más rápido de lo que los ojos de Jimin se abrieron—. Afirma que fue contratado por un cártel de Miami para venir aquí y matar a Jungkook.

Situación Crítica || #7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora