𝟏𝟑

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Jimin aterrizó en Corea a las seis de la mañana junto con su pequeño. Un auto llegó por el y lo llevó a la mansión. Al llegar vio a las betas que trabajaban allí correr de aquí para allá con distintos platillos.

El alfa estaba confundido, nadie sabía que el llegaría hoy, entonces, ¿Por qué tanto alboroto?.

Con curiosidad se encaminó hacia el comedor en donde vio a su padre tomar un café con tranquilidad a su lado una libélula revoloteando y probando todo.

El sonido del revoloteo de esa libélula le molestaba pero parecía que a su padre no.

Raro.

—¡Abuelo!.— Jungkook corrió hasta el alfa mayor y lo abrazó con cariño.

Yoon-Gi totalmente sorprendido lo miró y luego buscó con la mirada a su hijo viéndolo parado allí con una mirada pérdida. —Hola, panterita.— Acarició el cabello del bebé con cariño.

La libélula que anteriormente estaba revoloteando, se escondió entre los cabellos del alfa mayor allí. Yoon-Gi sintió eso y suspiró.

—Jimin.— Llamó a su hijo quien rápidamente respondió ante eso. —¿Qué te sucede?, ¿Les pasó algo?.

El alfa negó y luego tomó asiento cerca de su padre. —No, solo quería volver a... — La libélula entre los cabellos de su padre lo distraía. —Solo quería volver a casa.

Yoon-Gi asintió y le dió a Jungkook un pastelito para que comiera. —Pide que sirvan para mí hijo y mí nieto. — Dijo para luego con su mano buscar delicadamente a Hoseok.

—¿Y ese bicho?.— Dijo Jimin al ver como su padre trataba con tanto cariño a la libélula.

—Es Hoseok... Tu nueva mamá.

Y Jimin elevó una ceja ante eso. —¿Qué?... ¿Te lo comiste?, Dios....

Yoon-Gi solo río y colocó a Hoseok nuevamente a el lugar que estaba anteriormente y este volvió a revolotear. —Sí, lo marqué y ahora tendrán hermanitos. — Dijo como si nada.

Jimin miró a su padre con sorpresa. —Quien lo diría, pensé que eso ya no funcionaba para crear seres vivos.

Y lo que Jimin recibió luego fue una golpiza algo suave detrás de su cabeza. —Callate.

El alfa menor sobo su cabeza y luego miró a la libélula. —¿Por qué no vuelve?...

—Está desnudo, por eso.— Explicó.

Jimin comprendió al instante.

De un momento a otro la libélula desapareció, no pasaron más de unos cinco minutos que apareció Hoseok bajando las escaleras.

Al llegar al comedor saludó al hijo de su pareja y también al pequeño Jungkook quien ya estaba con sus mejillas llenas de dulce.

—¿Está bien que coma tanto dulce a estas horas?.— Preguntó el único Omega allí.

Jimin miró a su hijo y suspiró. —No, pero hace una semana no come cosas dulces, así que lo dejaré por esta vez.

Hoseok volvió a sentarse en su lugar y se propuso a comer de lo que había pedido.

—Cuando llegué pensé que estaban por preparar una fiesta, nunca vi tantos platillos diferentes en un desayuno.— Rió mientras contaba.

—La cosa es que Hoseok tenía náuseas con alguna comidas, es todo.— El alfa que la familia tomó un sorbo de su tercera taza de café en la mañana.

(…)

A las horas de la tarde Jungkook no podía despegar su mirada de Hoseok, incluso lo invitó a jugar.

Jimin miraba raro a su hijo, jamás se había comportado de aquella manera, incluso cada que estaba cerca del vientre del omega el cachorro tenía sumo cuidado con no golpearlo.

—Aquí es una casita.— Dijo el cachorro sorprendiendo a todos en aquella sala.

—¿Una casita?, ¿De qué?.— Preguntó el Omega mientras miraba con atención al cachorro.

—De bebé, casita de bebé.— Dijo inocente. —Abue dijo que aquí es una casita de bebé.

Yoon-Gi infló el pecho con orgullo. Obvio el le enseñaba cosas muy buenas a su nieto, era el mejor abuelo por lejos.

—¿De dónde vienen los bebés?.

Jimin se tensó ante eso, no sabía que decir, sabía que el algún momento su hijo se lo preguntaría, pero no estaba que fuera tan pronto.

—Lo bebés vienen cuando los papis le piden a mamá luna que quieren tener un bebé, entonces ella se los da y con su magia los pone en sus casitas de bebés.— Explicó Yoon-Gi rápidamente al ver que tanto Hoseok cómo Jimin no sabían decir.

Hoseok miró con amor a su pareja. —¿De dónde sacas ideas tan buenas?.

El alfa simplemente señaló a su hijo mayor. —Jimin hizo que hasta me cree un libro para recordar de dónde viene cada cosa. Era muy preguntón.

El alfa mencionadoben aquella conversación simplemente hizo una mueca, se creyó todos esos inventos de su padre hasta dos doce años.

Pero no sé quejaba mucho porque pues, al menos tuvo una buena infancia y también divertida, a pesar de algunas otras cosas fue divertida.

Hasta que cayó en cuenta de que vivía en un mundo bastante diferente a los demás, que vivía en un mundo peligroso y que decía entrenar para poder defenderse bien.

Hoseok y los cachorros que venían en camino también tendrían que entrenar para poder vivir en un mundo tan peligroso como en el que estaban.

Jimin miró a su padre quien miraba a Hoseok con ojos de amor, nunca lo había visto de aquella manera, ese Omega le hacía bien a su padre y ¿Quién era el para impedir aquello?, Quizá tenga casi la misma edad de Hoseok y le parece raro que sea su madrastra pero, si el hacia que su padre sonría y sea feliz lo aceptaba.

Además ya era hora que su padre tenga alguien con quién compartir en su vida, el y Jungkook no estarían siempre viviendo con el.

Quizá hasta el mismo se cosiga una pareja con quién pasar sus días y tener su casa, tener su pequeña familia.

—¿Y que cenaremos?.— Dijo Hoseok sacando de sus pensamientos a ambos alfas. —¿Qué quieres cenar, Jimin?...

El alfa nombrado sintió un calorcito en su pecho, ese Omega era tan bueno. —Mh... ¿Pasta?...

—Me parece bien.— Dijo Yoon-Gi mientras era despeinado por su nieto quien estaba algo inquieto. —Nene, ¿Tenés hormigas en el culo?.

Y Jimin no aguantó la carcajada.

(…)





































































































—𝐿𝑖𝑡𝑡𝑙𝑒𝐴𝑔𝑢𝑠𝑡𝐷

¡Gracias por leer!

Dios mio, se me re dificulta escribir acá, pero bueno, acá otro capítulo

𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂 𝑴𝒊𝒏 | Yoonseok OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora