╰─━ ◜𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐎𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐈𝐍𝐓𝐎.

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El día había llegado, Natalia ya se sentía lista así que hoy, Elena y ella irían a recorrer las calles de Volterra, estaba emocionada de poder conocer el lugar.

── ¡Natalia, apresurate! ── el grito de Elena se escucho por toda la mansion.

La pelirroja rodo los ojos mientras se veía una última vez en el espejo, llevaba un lindo vestido de color negro, su cabello estaba atado en una trenza francesa y se había puesto un poco de maquillaje.

Tomando su bolso salió de la habitación, bajo las escaleras encontrandose con su tía la cual tenía sus brazos en su cintura.

──Hasta que bajas, vamos, vamos ──
tomo su mano para salir de la mansión.

──Eres demasiado desesperada ──se quejo de su tía pero esta la ignoro. ──¿A dónde iremos?

──Primero te llevaré a mi restaurante favorito a comer y después veremos ── la pelirroja miró a su tía con incredulidad.

── Pensé que habías hecho un plan. ── Regaño a su tía la cual soló la ignoró.

── Mi querida sobrina, las cosas salen mejor cuando no hay un plan ── entrelazo sus brazo con el de ella mientras caminaban ──Tienes mucho que aprender de mi.

Ambas caminaron hasta llegar al dichoso restaurante, Elena fue la encargada de pedir para ambas.

──Esto está demasiado bueno ── comento mientras probaba una pasta ── Nada que ver a las que hacen en Estados Unidos.

──La comida italiana es mucho mejor, además muchas veces cambian ingredientes y no tiene el mismo sazón. ──Le extendió una rebanada de pizza. ──Prueba está.

La pelirroja lo tomo y soltó un ruidito de satisfacción; ──Esto es demasiado rico.

──Lo es ──Elena le sonrió a su sobrina, le gustaba verla feliz ── Date prisa, iremos a ver otras cosas.

La pelirroja asintió mientras seguía comiendo tranquila causando Elena la mirada divertida.

[...]

Por la tarde después de visitar varios lugares hermosos ahora debían ir al paseo turístico en el castillo.

── Dios cómo odio hacer fila ──Se quejo la mujer mientras tomaba la mano de su sobrina con fuerza ──No te alejes de mí.

──Está bien. ── Asintió con la cabeza dándole un ligero apretón en su mano.

La chica se puso a ver a su alrededor, el castillo no tenía mucho de interesante, su vista se posó en una rubia, sus ojos eran de un color rojo. La chica ladeo la cabeza pensando que tal vez había visto mal, sintió un jalón en su mano, era su tía.

──Vamos ── caminando a lado ambas entraron al castillo detrás de las otras personas. ──Algún día tendré uno así.

Le susurró a su sobrina la cual sonrió divertida.

──No lo dudo, siempre logras lo que te propones.

──Y tu lo puedes hacer también ──Natalia sabía pero muchas veces sus miedos la detenían.

Estuvieron viendo el castillo, los cuadros y diferentes salones hasta que llegó el último.

──Aquí es la sala de tronos ──abrió la puerta, Natalia vio confundida a las personas que estaban ahí ¿No se supone que el castillo estaba vacío?

──No me gusta esto──murmuró Elena mientras tomaba más fuerte la mano de su sobrina ── No me sueltes.

Natalia miró a su tía preocupada pero está solo le sonrió. Mientras que en los tronos un rubio sintió un aroma que le llamó demasiado la atención.

Miró a su alrededor tratando de buscar a la persona de donde provenía ese delicioso aroma.

──Por dios ──murmuró aterrada Elena cuando vio cómo las personas se lanzaban hacia los turistas. ──Ven.

Jalo a la pelirroja hasta una esquina, la puso detrás de ella, Natalia se aferró al vestido de su tía mientras cerraba sus ojos al escuchar los gritos y llantos de las personas.

De pronto todo acabó, la pelirroja tenía su respiración irregular y temblaba mientras que Elena trataba de mantenerse fuerte.

──Parace que hemos olvidado a dos ──hablo un vampiro ocasionando que ambas se tensen.

──Espera ──Habló Marcus deteniendo al vampiro ──¿Elena Rinaldi, cierto?

──Si, lo soy ── mujer se felicito mentalmente por no tratamudear.

──Ella es la mujer que nos está ayudando con el proyecto ──Habló el hombre a sus hermanos.

── Si después de esto olviden toda la ayuda. ── Respondió con sarcasmo ganando qué Natalia le diera un apretón en su mano. No era momento de sarcasmo.

──Lástima ── se encogió de hombros el pelinegro dispuesto a atacar pero el rubio fue más rápido y se acerco a ellas.

Elena apretó sus ojos al ver al vampiro enfrente de ella, Caius miró a la mujer con curiosidad pero toda su atención se la llevó la adolescente detrás de ella.

Apartó a la castaña con cuidado para ver más de cerca a la pelirroja.

──No le hagas nada, por favor ──Elena suplicó, el solo hecho de perder a su sobrina le dolía demasiado.

Caius puso su mano en la mejilla pálida de la chica, Natalia se tensó al sentir el contacto. Abrió sus ojos despacio encontrandose con unos rojos demasiado llamativos.

── La mia strega ──murmuró perdido en los ojos azules de la chica.

Natalia apartó bruscamente la mano del hombre de su mejilla mirándolo con enojo.

── No me toques ── Murmuró entre dientes.

── ¿No es encantadora? ── Preguntó con diversión.

𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡  | EDITANDOWhere stories live. Discover now