★Sabiduria de Bar★

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★Parte 2★

Habías hecho contacto visual con un hombre desconocido.

Este había salido de la puerta que daba al almacén de la parte de atrás, y tú estabas metida dentro de la barra, al otro lado, justo al frente de la caja registradora recién abierta. Cuando tus ojos (T/C/O) se fijaron en él y los de él en ti, fue como si el tiempo se detuviera. Como si ambos se hubieran quedado flotando en un espacio donde las horas no pasaran. Cada uno tieso en su propio lugar, mirándose mutuamente.

Te quedaste en blanco, con el cerebro incapaz de procesar lo que estaba pasando con exactitud. Ninguna pregunta se formuló en tu mente, tampoco sentiste nada. Solo te mantuviste enfocándote en el hombre de ahí fuera, a tan solo metros de tu persona. Ese hombre desconocido, que no debería de estar aquí y que no debería de haber entrado. ¿Quién era? ¿Por qué estaba aquí? ¿Como entró?. Nada de eso se atrevió a flotar en el espacio en blanco de tu cabeza, como si fueran cosas demasiado pesadas para subir de la fosa donde se habían sumergido casi todas las funciones de tu mente.

Así que te quedaste ahí parada, con una ligera expresión de perplejidad que resumió lo poco que pudiste expresar ante la situación en tu cara pálida como un fantasma. El hombre, por su lado, también se quedó quieto, presumiblemente devolviéndote la mirada con una expresión de sorpresa como si de todas las cosas, no se hubiera esperado encontrarte ahí, en tu puesto. Y "presumiblemente" porque realmente no pudiste ver sus ojos. Usaba lentes oscuros por alguna razón. ¿Por qué usaba lentes oscuros en el interior y de noche?. Fue lo único que conseguiste preguntarte internamente.

"Es extraño"

Fue lo primero que lograste pensar de esta situación.

Aparte de eso, las otras pocas cosas que tu mente en blanco pudo procesar de esto fue al hombre mismo, que vestía de negro y se veía robusto. Como si hiciera ejercicio regularmente. Su pelo era negro y láceo también y no parecía tener ningún rastro de barba. Su camiseta mostraba su pecho y brazos bien tonificados y fuertes, en los que distinguiste una especie de tatuajes. Inconscientemente bajaste la visión hasta sus manos, las cuales estaban enguantadas de negro.

Y, siendo agarrada por una de ellas…

"Oh, tiene una pistola"

Sí, una pistola. No sabias mucho de pistolas, pero era negra y se parecía mucho a las que aparecían en películas de acción y que algunos policías usaban. Sin embargo y por la situación, obviamente no creíste que este tipo fuera un policía. Mucho menos que estuvieran en alguna maldita película.

Policía.

Este tipo no era un policía.

Pero tenía un arma.

Y estaba en tu bar.

Había entrado a tu negocio.

El cual estaba cerrado.

Y lo había hecho durante la noche.

Donde no hay nadie cerca que pudiera verlos… o ayudarlos.

Lo poco de tu subconsciente que pudo reaccionar conectó los puntos rápidamente y una sola cosa entró con la descripción.

"Hay un ladrón en mi bar"

Y no cualquier ladrón, sinó uno armado.

Tu estómago se revolvió.

Fue lo primero que pudiste sentir. Luego sentiste a tu pulso acelerarse, tu piel poniéndose de gallina y un helado escalofrío subiendo por tu columna. Tus ojos se abrieron como platos y tus pupilas se encogieron como agujas al enfocarse más seriamente en el arma de fuego.

Sabiduría de Bar (Three-shot de Leonardo y tú)Where stories live. Discover now