Cap 8: Cita en el templo

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Daiki se encontraba ayudando a Azumi a ponerse su kimono que le había comprado para la ocasión - ¿Como me queda, onii-chan? - preguntó la niña.

- Bastante bien, Azumi - respondió Daiki con una sonrisa - Bien. Vamos, Balto - dijo mientras agarraba la correa del can y abría la puerta.

Primero pasaron por Nino quien llevaba puesto el kimono que Daiki le regaló y al entrar fue recibida por abrazo de parte de Azumi. Y de camino al templo, mientras las chicas charlaban Daiki se dedicaba a darles miradas esporádicas.

Al llegar al templo se dirigieron a rezar aunque demoraron un poco más de lo normal debido a que habia mucha gente. Después fueron a ver su suerte y Daiki se sorprendió al ver que le salió "buena suerte" - Hey, Nino. ¿Qué te salio a ti?

- No te diré - exclamó mientras guardaba su fortuna.

- ¿Eh? ¿Y ahora que tiene conmigo? - pensó.

- Onii-chan, iré a ver algunos puestos por allá - dijo Azumi mientras señalaba unas tiendas cercanas.

- Está bien. Pero ve con Balto y avísame cualquier cosa. Te estaré llamando en un rato, ¿okey?

- ¡Sí! - respondió antes de salir corriendo.

- ¿Te parece si vamos a pasear? - preguntó mirando a Nino.

- Claro, idiota. Fue por eso que acepte venir contigo - respondió mientras caminaba hacia algunos puestos con peluches.

- ¿Acaso hice algo malo? - se preguntó con una gota detrás de la cabeza.

- ¡Hey, Daiki! Quiero que ganes ese peluche para mí - exclamó mientras señalaba un panda algo grande en un puesto de derribar un objeto con una pelotita.

- ¿Si derribo ese alien puedo escoger el premio que quiera, verdad? - preguntó al encargado mientras cambiaba la pelotita por una con un poco más de peso.

- Exacto, señor - respondió el encargado confiado.

- Bien - dijo Daiki antes de ponerse a analizar el patrón del objeto. Una vez descubierto el patrón lanzó la pelotita cambiada y con esa sí logró derribar el objeto - Parece que gane - exclamó con una media sonrisa.

- Pe-Pero... ¿Co-Como es que usted pudo derribarlo?

- Soy bastante bueno supongo - respondió mientras alzaba sus hombros - Ahora, por favor, dele el peluche que la señorita quiera.

- Quiero el panda - señaló Nino.

- Cla-Claro - respondió aún sorprendido el encargado - Dis-Disfruten del festival.

- ¿Como le hiciste para ganar? Tengo entendido que es imposible ganar en esos juegos - comentó Nino una vez se habían alejado del puesto.

- Cambie la bola que me dieron por una más pesada - dijo mientras mostraba la pelota que le habían dado en un inicio - ¿Ves? - comentó - Aunque si sabías que era imposible que gané, ¿por qué me pediste el peluche? - preguntó alzando una ceja.

- Sabía que encontrarías una forma de ganar - respondió mientras miraba hacia otro lado.

Daiki rió por eso - Claro. Solo querías verme perder, ¿no?

- ¡Qué no, idiota! ¡Vamos al puesto de manzanas acarameladas! ¡Tengo hambre! - gritó para luego dirigirse al puesto sin esperar a Daiki.

- Si que está rara hoy - pensó Daiki.

Solo que en el camino se encontraron con Hiroshi y Miku - Vaya. Qué sorpresa - exclamó Hiroshi con falsa sorpresa en su voz.

- ¿Ustedes también están teniendo una cita? - preguntó Miku.

Como dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora