Una aldea llena de mentiras

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Cap 3

No podía creer todo lo que pasó, sabia que en algún momento iba a morir, sería víctima de esos demonios otra vez, él tenía razón. ¿Cómo podría yo vengarme?, ¿Cómo podría olvidar el recuerdo de la matanza que presencié?. Rompí a llorar y comprendí que de no haber sido por él yo hubiera muerto a lado de mis padres.

Fue él, el demonio con cabello oscuro al que yo maldecía sin cesar, quien ese día evito que su acompañante me matará. En un momento pensé que si iba a morir, no podía hacer nada para impedirlo.

En cuanto amaneció salí a caminar por la aldea, recorrí gran parte de ella, era una aldea maravillosamente pacífica y próspera, había toda clase de oficios. Las campanas de la iglesia resonaban en todo el lugar, la gente era amable, pulcra y bien vestida, los mercaderes ofrecían desde alfombras, objetos artesanales y variedad de alimentos, está era una aldea autosuficiente.

En el extremo opuesto de la aldea se encontraba un castillo en ruinas dónde tiempo atrás vivía el feudal, había también varias placitas y unas fuentes antiguas por las cuales a su alrededor se encontraban algunas muchachas platicando que me observaron sin disimular.

Pase cerca de la iglesia y espere a que terminara la misa, deseaba confesarme, en eso apareció un joven y apuesto padre, con un cuerpo bien formado, una piel saludable, sus ropas eran blancas y negras impecablemente limpias. Este me observó y me invitó a pasar, era más amable que servil, se sentó y yo me arrodillé junto a él y le empecé a relatar todo lo sucedido bajo el secreto de confesión, no perdí absolutamente ningún detalle, le describí perfectamente cómo fueron asesinados mis padres y hermana, el como en toda la aldea ya no existía nada que tuviera signos de vida, como yo había enterrado la mayoría de los cuerpos y ya cansado opte por irme de ahí y prenderle fuego a lo que había sido mi hogar desde que nací.

Él sólo me observaba con ojos de incredulidad y horror al ver que un chico de mi edad podía inventar semejantes atrocidades. Mi frustración era que en cierta parte él tenía razón en pensar así, hasta yo reaccionaria igual si me dijeran esa sarta de cosas fuera de la realidad, quien en su sano juicio creería en seres fuera de este mundo capaces de alimentarse de sangre y tener una fuerza sobrehumana. El padre al verme tan exaltado trato de calmarme.

Padre__Eres tan joven y con una imaginación enorme, tal vez lo que viste fueron asesinos que solo querían adueñarse de esa aldea.

Zhan__No, no es así padre yo los ví ellos son unos demonios.

Padre__Pobre hijo mío has perdido el juicio, tu imaginación a hecho que tu cerebro crea que todo lo que relatas es cierto.

Zhan__ Padre tan es así, que el ser que perdonó mi vida se metió a mi habitación anoche, lo tuve a escasos centímetros de mi, no puede decirme que esto lo imagine. Le conté todo lo que él había hecho conmigo pero al ver la cara del padre me di cuenta que ésto estaba empeorando las cosas, ahora él pensaba que yo había despertado de un sueño erótico.
Decidí darme por vencido y salir de ahí pero antes de hacerlo le dige unas palabras.

Zhan__Padre le aseguro que aquellos seres existen, sólo recuerde que existen ángeles caídos y se dice que algunos se encuentran en la tierra. Ellos existen para tentar a los hombres con cuerpos perfectos y fuego del infierno según libros antiguos, pero como explicarle más si ni siquiera me creé.

Salí de la iglesia, desilucionado por perder mi tiempo, aunque ¿Quien podía comprender y creer en algo que no había visto?.

De repente vino a mi mente las palabras de ese ser al decirme que él también había sido un joven, ¿Que habrá querido decirme con eso?, porque al decírmelo su voz se sentía triste y con algo de amargura.

Historia de un Vampiro Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum