Buena mamá

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- En serio, le has cogido el gusto a eso de estamparme contra la pared. -se quejó Eddie de nuevo.

- Sabes que en el fondo te quiero mucho. -le dije.

- Estás consiguiendo que tus poderes vuelvan y si lanzarme contra la pared te hace feliz, adelante. -dijo él con una sonrisa.

- ¿Qué tal si paramos un ratito para que descanses? -preguntó Steve sentado en una de las paredes.

- ¿Qué tal si vienes a darme un beso? -le pregunté, me centré en él y hice que su cuerpo volara hacia mi, dejándolo literalmente pegado a mi cuerpo.

- ¡Oh dios! ¡Pueden usar los poderes de Winter para hacer guarradas, yo me voy! -gritó Billy saliendo por la puerta para ir al porche.

- ¿Quieres ese beso? -preguntó Steve cuando Robin y Eddie salieron con Billy.

- No preguntes, Harrington.

Steve estampó sus labios contra los míos y sus manos se aferraron a mis caderas.

Mi poder lanzó todos los muebles contra las paredes y Steve se separó, riendo.

- Mierda. -dije yo.

- Definitivamente aun nos queda mucho para practicar. -dijo él entre risas.

Cogió mi mano y los dos salimos fuera.

- Ha salido volando una silla por la puerta, no pienso preguntar que ha pasado. -dijo Robin levantando las manos.

- No preguntes. -dijo Steve.

Nos sentamos todos en el porche, mirando como el sol se iba escondiendo detrás de las montañas y daba paso a una oscuridad.

Hopper no tardaría mucho en venir a buscarme.

Y no tardó.

Justo lo pensé, justo apareció con la furgoneta.

- ¡Winter! -gritó abriendo la ventanilla.

Me despedí de los chicos y corrí con él.

- ¿Cómo ha ido hoy? -preguntó arrancando la furgoneta.

- Sigo haciendo cosas sin querer, me falta mucho para practicar aun. -le expliqué.

- Bueno, ahora vamos a coger dos hamburguesas y a ver nuestra novela favorita, hoy es martes. -dijo él con una sonrisa.

Era verdad.

Era martes.

Nos habíamos acostumbrado a que los martes comíamos hamburguesas y veíamos la novela, tirados en el sofá, hablando de todo un poco.

Era nuestra noche.

Cogimos las hamburguesas y nos tiramos en el sofá cuando llegamos a casa.

Nos pasamos la noche mirando la novela y riéndonos de los comentarios que hacia Hop.

- ¿Crees que yo sería una buena madre? -pregunté mirando la novela.

- Serías la mejor, y yo sería el mejor abuelo del mundo, los llevaría a comer hamburguesas los martes. -dijo él con una sonrisita, orgulloso.

Yo me reí y le abracé.

Estaba demasiado feliz de estar con él, de tenerlos a todos ellos.



Winter - Steve Harrington +18Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt