Unidos por la eternidad

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Hadrian había logrado despertar dos semanas antes de que empezará el baile de navidad.

Los adultos trataban de animar a su hijo/sobrino/nieto/ahijado a sentirse mejor.

Hadrian por otro lado se sentía sucio, tanto física como mentalmente hablando, cada vez que veía a sus tres hijos pensó que ellos lo despreciarían cuando crecieran y lo usarían cómo una muñeca de trapo.

La misma magia de Hadrian no dejaba que nadie se le acercará en esos días que pensaba negativamente.

Para esos días llamaban a uno de los chicos, principalmente a Viktor para cambiar sus pensamientos, la mayor parte de las veces lo lograba, mientras la otra no tanto.

Pero todo cambio un domingo, en el sueño de Hadrian había aparecido el mismo pero su versión mayor.

"Veo que te sorprendes por verme aquí mini yo" dijo Harry mientras le acariciaba el cabello largo de su versión pequeña.

"Cómo estás aquí? No se supone que tú desapareció cuando regresamos al pasado?" Pregunto Hadrian viéndose así mismo sin entender nada.

"En circunstancias normales si, pero nosotros somos un caso especial, por lo que yo estuve todo el tiempo en tu mente, me relaje un poco y Vi como un espectador mientras crecías con el amor de una familia" dijo con nostalgia en su voz, había llorado cuando vio a Hermione, Theo y Blaise vivos aunque pequeños, también se puso furioso por Ron y Dumbledore pero los descartó.

Hadrian y Harry se pusieron a hablar un rato hasta que llegó al tema en cuestión de la intervención de Harry por lo que ambos se pusieron a hablar del tema uno más serio que el otro que estaba abrazando sus piernas.

"Quieres dejar de auto despreciarte!! No eres nada de lo que esos bastardos dijeron, tu, no, nosostros somos Hadrian Charlus Potter Black, Hijos de sangres puras, Hijos de James Potter y Regulus Black, somos sangre pura y aunque fuéramos mestizos aún debes de tener las pelotas para enfrentar esos comentarios" tomo aire después de despotricar.

Pero no había terminado aún por lo que siguió. "Te recuerdo que si tuviste las pelotas de enfrentarte al tío Tom en nuestra vida pasada, al Basilisco de Salazar, un gran grupo de Dementores, el torneo de los tres magos, a Umbitch y después ganar la guerra en el castillo, puedes con un pequeño grupo de niños celosos de nuestros mamadisimos y muy guapos prometidos" le gritó y ambos compartieron un fuerte sonrojo.

Hadrian se puso de pie y tenía una mirada determinada.

"Recuerda que no lo hacemos por ellos, sino por nosotros, nuestra familia, nuestros futuros esposo, nuestros hijos y su futuro, debemos acabar con Dumbledore no dejar que el acabe con nosotros, el destino del mundo está en nuestras manos y sabes bien que no podemos no hacer nada cuando muchos confían en nosotros" dijo con una sonrisa que compartió con su yo pequeño.

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A la mañana siguiente todos los adultos vieron a Hadrian desayunar con ellos con una sonrisa mientras acariciaba a Hecate quien cantaba una melodía suave.

Todos estaban sorprendidos de que de la noche a la mañana su hijo y sobrino se sintiera mejor, los hombres pensaron que se debía al embarazo, las mujeres y los hombres gestantes le dieron un manotazo a los idiotas de sus esposos.

La pequeña Alexia estaba junto a su padrino mientras comían unas tostadas con mermelada y mantequilla de maní.

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El día del baile de navidad había llegado, Hadrian ya había regresado al castillo el día anterior, había Sido abordado por sus hermanas y por los chicos.