Viejos huesos en llamas

26 : Especulación

Ellos hablan. La gente de Honoki habla mucho. Por todos los mimos que le ofrecen, le ofrecen el doble de chismes. Por supuesto que no se lo hacen en la cara, pero puede oírlos susurrar, especular. 

Miran su mano, realmente la observan y se vuelven sospechosos o se vuelven protectores.

En algunas variaciones, ella es una criminal que recibió su merecido, en otras, Zuko es un bruto no mejor que su padre. Y en otros, ambos son horribles: ella había hecho algo para justificar el castigo, pero Zuko es un gobernante violento que trata con castigos que no se ajustan al crimen que especulan que ha cometido.

Ella sabe, por los susurros, quiénes entre los aldeanos son los inteligentes. Puede distinguirlos de los tontos porque sus contemplaciones son más mundanas; “Estuvo en la jungla por un tiempo, tal vez uno de los monos-tigre la atrapó”. Y, "Escuché que ciertas picaduras de insectos son lo suficientemente venenosas como para tomar una mano". 

No están del todo en lo cierto, pero al menos estos comentarios tienen algo de mérito y sentido. Aunque supone que realmente no puede culpar a aquellos que piensan que Zuko fue quien la mutiló. 

Sin embargo, puede culpar a los tontos que parlotean una y otra vez sobre cómo necesitan rescatarla de la anciana loca; "¡Ella nos secuestró, ahora tiene a nuestra princesa!" Otras veces es algo parecido a "la bruja quería una mano para su colección y ahora está usando sus extraños poderes para hacer desfilar a nuestra princesa como un premio".

Sin duda, sus especulaciones han llegado a oídos de Hama, la mujer está más erizada que de costumbre. Por un momento, Azula considera retirar su brazo una vez más pero la especulación ya ha comenzado, realmente no tiene sentido. 

Ella ayuda a Hama a subir y sentarse en uno de los taburetes más altos de la barra. 

"¿Qué puedo ofrecerte, Hama?" pregunta Kohan.

"Jugo de ciruela." Ella responde rápida y secamente. 

Él la mira. 

“El agua está bien.” Azula responde mientras Quin-Shaw hace sus rondas. Limpia el mostrador y luego deja el trapo a un lado. 

"¿Cómo ha sido tu estancia en Honoki, princesa?" 

"Suficientemente bien, supongo". Levanta la mano y se inspecciona las uñas. “Ha sido agradable volver a recibir un trato especial. Ella no lo dirá, pero Hama también ha estado disfrutando de los tratamientos faciales”.

El hombre parpadea. "Están atendiendo al aguab-Hama ahora".

Azula se encoge de hombros. “No tienen elección. No quieren molestarme, especialmente porque he pasado por mucho”. Se frota la mano sobre el extremo de su brazo izquierdo. “En cualquier caso, deberían acostumbrarse a que Hama esté cerca. Ella se mantiene mayormente para sí misma de todos modos.