Capitulo. 17 | папочка.

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Audrey White.

Abrí los ojos como platos, la sorpresa me tomó desprevenida, lo menos que me imaginaba era el hecho de estar invadiendo el baño de los hombres, con únicamente mi ropa interior y una camisa blanca.

Ese día parecía que me había levantado de la cama con el pie izquierdo.

—Entonces... ¿Estoy semidesnuda en un baño para hombres, contigo? —pregunté. Por un segundo se me hizo difícil asimilar la situación, después la noche anterior cada uno se distanció sin volver a tener la confianza de hablarnos.

Thiago asintió, abrió el grifo y empezó a lavarse las manos. Me parecía extraño el hecho de encontrarlo en el restaurante, justamente cuando Ryan y yo estábamos presente en el mismo lugar.

—¿Por qué te sorprende? —Cuestionó seguro, como si supiera todo lo que estaba pasando por mi cabeza. 

—No estoy sorprendida —mentí, olvidando lo sumamente expresiva que soy con las expresiones faciales. —Solo hay algo que no entiendo.

—¿Qué es, exactamente? 

—La casualidad de que ambos coincidamos casi siempre a solas... —enuncié recordando cada uno de nuestros encuentros. Era demasiada coincidencia de por medio, empezaba a ser extraño tener tanta frecuencia únicamente él y yo.

Acomodó sus bolsillos como si estuviera escondiendo algo que no quería que viera. Me pareció extraño, pero en sí lidiar con Thiago ya era inusual. 

—¿Te asusta estar a solas conmigo? 

Una chispa en sus ojos se encendió, esa energía en él volvió a predominar dejándome como la santa víctima de su juego. Sabía que no estaba hablando con el Thiago pasivo, estaba enfrentándome con el hombre que en sus venas corrían dosis de lujuria junto con su sangre, sin embargo, intenté ser fuerte.

—¿Por qué lo haría? —bufé.

Levantó la mirada, sus ojos estaban fijos en mí como si fueran los de un depredador.

—La pregunta aquí sería ¿por qué no?

—Porque no me intimidas ni en lo más mínimo —afirmé dando un paso al frente. 

Simuló sorprenderse con mi respuesta, dando por igual un paso al frente y enfrentándose a mí sin titubear.

—Siempre dices lo mismo. —Su sonrisa era igual de fastidiosa que siempre, su fragancia era mucho más concentrada que la de Ryan y su delicioso aliento mentolado rebotaba en mi nariz. —¿Por qué esta vez no me dejas confirmar?

Tragué grueso, no entendía a qué se refería con "confirmar" pero estaba segura de que no se refería a algo bueno.

Miré sus ojos lamiendo lentamente mis labios antes de responder: —Adelante.

Dio un paso al frente, seguido de otro más, hasta quedar lo suficientemente cerca como para besarme.

—¿Segura? —cuestionó. —¿No tienes miedo de lo que podría ocurrir?

Miró mi camisa, mi pecho y las pequeñas gotas de café salpicadas en mí. Levantó su mano derecha, lento, acarició mi camisa con la intención y el deseo de quitar mis botones. 

—Estoy segura —admití. 

No se contuvo durante mucho, empezó a desabotonar mi camisa con cierta calma, no entendía que intentaba hacer. 

Mi pecho quedó en cierta parte desnudo, solo mi sostén cubría mi busto y su mano se detuvo en mi pecho. Él quería sentir mi corazón latir, era la única manera de saber cuánto me intimidaba estar a solas con él.  

Enamorada Del Peligro {Libro 1}Where stories live. Discover now