Historias de Ocs

🐲 Jenna Y Elena 🔥

El pasado de estas dos chicas no fue el mejor que digamos ya que a algunos niños les daba miedo sentarse con ellas por lo intimidantes que se veían, algo que le sacaron provecho por sí alguien se atrevía a molestarlas, no dudarían en "ponerlo en su lugar" a todo aquel que quiera pasarse de la raya, y junto a las técnicas que aprendieron de su padre lograron mejorar eso para luego convertirse en lo que son ahora.

Luego de acabar con la primaria, decidieron estudiar sus últimos años de estudios en otro lugar, el cuál su vida en dicha escuela comenzó a irles mejor y ya no tuvieron problemas. Ya no les importaba sí quedaban solas o no, prefirieron seguir con sus estudios para irse a una buena universidad o dedicarse a algo que realmente les apasione a parte de querer luchar cómo su padre, algo que terminaron siendo cuando acabaron con sus estudios.

Quitando los problemas de la escuela, también tuvieron problemas para entrar a una universidad, ya que ninguna de las carreras que habían no les motivaba y terminaría siendo una pérdida de tiempo y dinero estudiar una carrera que no les llamaba la atención. Sólo se quedaron divagando por un tiempo hasta que recordaron que una vez un Arcanine les ofreció entrar a las peleas callejeras, ya que notó que tenían lo necesario para entrar y les prometió una buena suma de dinero sí terminaban ganando un combate.

Al final aceptaron pero debían hacer esto a escondidas de sus padres, ya que no querían ponerlos en problemas por lo que iban a hacer, y para evitar que sean descubiertas, usaban mascaras y algunos trajes que escondan todo su cuerpo incluyendo sus alas para evitar que alguien llegara a identificarlas, causando una mala reputación a sus padres y también el enojo de estas mismas, aunque terminaban ganando bien cuando ganaban y una parte de lo recaudado lo usaban para ayudar a su familia sin que estos sepan nada.

Pero cómo toda mentira tiene patas cortas, sus padres comenzaron a sospechar y querían saber en que pasos andaban. Fingieron irse a descansar para luego entrar a su habitación y ver que se escaparon, luego de eso fueron a seguirles los pasos, y para cuando supieron dónde estaban decidieron esperarlas cuando ellas salgan de dicho lugar y sorprenderlas. Obviamente terminaron siendo regañadas por casi arruinar la reputación de sus padres.

Estuvieron privadas de todo lo que tenga que ver con las peleas por un buen tiempo, a pesar de que les daba buenos ingresos, les prohieron volver a esos lugares ni estar en cosas que las comprometan, cómo su identidad o problemas con la ley. Sabía que no iban a ser perdonadas tan fácilmente por sus padres y el resto del viaje sólo les quedaba quedar en silencio durante la mayor parte del recorrido hasta llegar a casa.

Pasaron dos años desde que ocurrió el incidente con las peleas callejeras, ya se había calmado todo aunque no tocaron las peleas por un largo tiempo. Durante esos dos años sólo se dedicaron a dedicarse a otra cosa y comenzaron a trabajar cómo entrenadoras en un gimnasio dónde recibían a varios Pokemons para ayudarlos a entrenar y que así estos puedan volverse más fuertes; normalmente solían venir muchos machokes e incineroars, los cuales se dedicaban a la lucha libre. Era lo que más se veía por aquí y otros sólo para sacar a relucir su cuerpo e ir exhibiendolo por las redes.

Ambas comenzaron a recibir varias invitaciones para una cita, aunque mayormente pedían que sea con ambas y no con sólo una de ellas, la primera por ser muy apegadas y la otra porque se ponían indecisos a la hora de querer salir con una de estas dos chicas. Una vez terminaron recibiendo a un Pokemon quien en ese entonces era bastante conocido y admirado por el lugar. Era un luchador que se había retirado hace mucho tiempo debido a que comenzó a formar una familia y también para poder tomar un largo descanso para ser feliz junto a su familia, aunque la que continuó con el legado fue su menor hija que había entrado hace relativamente poco en ese entonces.

Por otro lado a ellas les hubiera gustado haber llegado a eso, pero cómo decidieron ir por el camino fácil terminaron perdiendo toda oportunidad con sus padres para que estos les apoyen y les sugierieron que mejor se dediquen a otra cosa aparte de ser entrenadoras de un gimnasio. Y eso lograron hacer, terminaron estudiando una carrera para ser secretarias para luego ser contratadas en una pequeña empresa la cuál sólo trabajaban de lunes a viernes ya que los fines de semana trabajan de entrenadoras y en las noches podían salir a divertirse un poco.

Solían ir a divertirse no sólo para distraerse y quitarse el estrés del trabajo, sino que también salían de fiestas a discotecas y antros para buscar a algún chico el cuál esté interesado en tener una salida con ellas, ya que a algunos chicos prefieren salir con dos mujeres en lugar de una, algo a lo que ellas han estado bastante acostumbradas desde sus primeras citas con los Pokemons que entrenaban en el gimnasio cómo se había mencionado con anterioridad.

Ya habían pasado dos años y habían tenido la mirada fija en la lucha libre cómo su padre, a pesar del incidente que tuvieron con las peleas callejeras y el enojo de su padre. Hicieron de todo para convencerla y después de varios intentos, al final sus padres terminaron permitiendoles que puedan volver a las luchas, con la condición de no cometer una estupidez cómo hace unos años atrás. Y eso hicieron, aprovechando que ya habían entrenado por mucho tiempo, sólo les quedaba aprender a combatir a la hora de las luchas.

Tuvieron un comienzo bastante bien, aunque las luchas a las que asistieron les tocaron otros Pokemon que apenas estaban comenzando en este mundo que es las luchas. Con el pasar del tiempo comenzaron a ganar popularidad y tener uno que otros admiradores cómo era de esperarse, en ese entonces se había armado un pequeño torneo dónde quien resulte ganador se llevará una jugosa recompensa. Ellas lograron clasificar al torneo el cuál era a nivel local (osea que vendrían de varias partes del país), Habían llegado Luchadores veteranos y nuevos pero que ya tenían algo de experiencia en la lucha; pero sobre todo, había llegado una de las campeonas mundiales de lucha libre, al ser de aquí obviamente iba a participar del campeonato.

Su participación fue buena, a pesar de haber llegado sólo a la semifinal y ser derrotadas por la vigente campeona mundial ( Cabe aclarar que ellas no participaron en dúo ). Ya sólo quedaba ella y la hija de un ex luchador que era famoso en su época, unos días después sólo asistieron para ver la final y saber quién terminaría ganando el torneo. Al final terminó ganando la nueva y se coronó campeona.

Luego del campeonato volvieron a hacer lo suyo aunque tuvieron que dejar sus trabajos cómo secretarías ya que siendo ahora luchadoras no podrían tener tiempo para eso, lo único que han podido conservar es ser entrenadoras para al menos poder tomar un pequeño descanso de las luchas mientras que ayudan a otros Pokemons para entrenar. También pueden darse unas salidas nocturnas pero solamente los fines de semana ya que allí se quitan de todo cargo y pueden evitar el estrés.

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