XVII. Déjà vu"

2.7K 394 37
                                    

«Gulf»

Golpeandome contra la alacena arriba de mi cabeza, fue la señal divina que hizo que viera ahora mismo lo que estaba haciendo.

Otra vez...

Mirando a Mew, que aunque e dejado de corresponder su beso, eso no le limita y muerde mi cuello, pegándome más hacía a él, vuelvo a levantarme un poco ante el placer que me da su toque y me golpeo de nuevo. ¿Quién fue el idiota que ha puesto la alacena tan abajo?

-- No, Mew.. -- le aparto con mis manos -- Sueltame...

Volviendo a besarme, suspiré en su boca y sentía el rose de la palma de su mano frotar por debajo del elástico de mi ropa interior, dando suaves apretones cerca de mi ingle, mordí mi labio y me volví a golpear contra la cosa dura arriba de mi cabeza.

-- ¡Auch! -- me quejé -- ¡Me dolió!

-- ¿Ya quieres hacerlo?

Me mira el tipo entre mis piernas y jadea contra mi pecho al morder mis pezones, teniendo sus manos por debajo de mi ropa, niego lentamente y respiro de igual forma.

-- Mew... -- le veo -- que quede claro. No hago esto porque quiero que pagues la luz.

Sonrió.
Me miró divertido pero yo tenía mis cejas unidas.

-- ¿Eso que quiere decir? -- se ríe quedito, mordiendo mi mejilla izquierda.

-- Mew... -- me remuevo entre la repisa -- lo digo enserio.

-- Es que no te entiendo... -- lame mi oreja, abriendo mis labios, junté valor para detener lo que hacía aunque juro que quería su boca en otro lado.

-- Yo... -- trago saliva -- Esto es porque quiero, no por nada a cambio...

Sonrió de nuevo y asintió para después besarme, juntado su boca a la mía, podía apostar que nuestra saliva al combinarse, hacía ese ruido perfecto para terminar manchado sobre mi ropa interior.

Volviendo a ese momento, sus manos me toman por detrás y como si fuera cualquier cosa, mis pies estaban en el suelo de nuevo, teniéndole detrás de mi espalda, siento como su dura erección está en la curva de mi espalda al igual que sus manos que aprietan y recorren lo que ambos sabemos que le gusta.

Muerdo mis labios con fuerza, quisiera ahora golpearme a propósito contra la alacena porque va a volverme loco si es que no deja de tocarme de esa manera.

-- Mew.. -- jadeaba -- yo.. ¿Verdad que él y tu solo fueron amigos?

Sus manos se pasaban al frente y me sostuve de la repisa. ¡Mierda!

-- ¿Quién..? -- gruñe contra mi cabello

-- Tu... Tu sabes.. -- me movía contra su cadera

-- Lo juro... -- jadea

-- ¿Seguro?

-- Hum...

Sonreí, porque necesitaba saberlo, que le dolía su recuerdo pero solo como amigos, era lo que a veces me carcomia el alma. Mientras mordía mi espalda, sus manos subían mi playera pero le detuve, haciéndolo quejarse, giré para verlo de frente y ser yo quien le hacía dar un pequeño brinco por mi mano helada, tomando la mía, él me guiaba para moverla sobre su caliente y mojada extensión dura.

Sólo duró unos segundos porque al besarme con más ganas, tomó mis manos y las colocó sobre mi espalda.

-- Y tu... -- me hacía excitarme más si se frotaba de esa forma -- desde aquella noche... ¿Solo e sido yo?

Grité ante sus movimientos. Y es que, no podía dejar de pensar que lo quería ahora, ya, que en vez de torturarme contra nuestra ropa intacta, hiciera de nuevo que mi cara estuviera contra la alacena y me quejara pero de placer.

¡PAPÁ EN APUROS!Where stories live. Discover now