Capítulo 3: Alas

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Un mes de la perdida de Castiel había pasado y sorpresivamente Dean una mañana salió de su habitación seguido por Miracle sin que Sam tuviera que arrastrarlo al auto.

-Sami voy a salir -advirtió a su hermano

-¿Dónde?

El mayor solo  ignoro a su hermano y se fue por su auto.

El animal  se sentó al ver que el hombre se retiraba y giro al ver al hermano que aún estaba atónito.

-¿Tu sabes que bicho le pico? -pregunto Sam para conseguir un ladrido en respuesta.

Dean llego a su destino una casa de tatuajes, lo había pensado por semanas.

-Unas alas negras en toda la espalda quiero -le dijo al tatuador enfrente de el.

-¿Por alguien en especial? -pregunto el hombre de la aguja mientras trabajaba.

-¿Por qué pregunta? -dijo el cazador.

-Las alas suelen ser por alguien especial que ya no está en este mundo -se justificó el hombre.

-un... -pensó unos segundos-amigo muy cercano.

-Lamento oír eso -le dedico una sonrisa y el Winchester se la devolvió-ya terminé, ahí hay un espejo si quieres ver el resultado -Dean se levanto de la camilla y miro su espalda, le encantaba el resultado.

***

Un mes más transcurrió no se podría decir que Dean Winchester estaba bien, pero al menos había vuelto a cazar con su hermano, aunque buscaba la muerte más veces de lo que a Sam le gustaría.

Los susurros en los oídos de Dean se seguían repitiendo, se alternaban en un hilo de voz repitiendo "Paciencia Dean" una y otra vez cuando se hundía, hasta ligeras advertencias cuando estaba en peligro estas últimas habían aparecido hacia solo unas semanas.

Los hermanos estaban investigando un caso, tres jóvenes habían entrado a un caserón antiguo y nunca salieron de allí, la computadora estaba sobre la pequeña mesa del motel mientras Dean devoraba la cuarta bolsa de patatas fritas.

-Definitivamente son fantasmas ¿No sé qué tanto buscas? -hablo con la boca llena el mayor-vamos busquemos sus huesos y adiós a esa hija de perra.

-De hecho no podemos -miro a su hermano al ver que seguía comiendo-¿Podrías dejar de comer en mi cama?

-Ensuciare la mía.

-Bueno -puso los ojos en blanco sabia que era absurdo pelear-de hecho, no podemos ir y quemar sus huesos porque ella se quemó viva.

-Esto ya me interesa -dijo dejando la bolsa vacía sobre la cama.

-Resulta que era un orfanato y ella era la encargada de cuidar a los niños un día enveneno la comida, mato a todos los niños llevo sus cuerpos afuera los prendió fuego y después se arrojó al fuego.

-¿Objeto? -pregunto el más grande.

-Objeto.

-Vamos por esa hija de perra.

***

Los cazadores se encontraban en un caserón plagada de fantasma verdaderamente no sabían dónde comenzar.

-Esta cosa se volvió loca Dean -dijo el menor guardando el detector en el bolsillo.

-¿Pero a que objeto esta ligado? -miro a su hermano buscando respuestas pero lo único que recibió del más alto fue un ligero elevamiento de brazos indicando que no sabía.

-Dean cuidado -grito Sam al ver el fantasma de un niño que arrojo a su hermano mayor contra una pared cercana. De inmediato Samuel tomo una barra de hierro haciendo desvanecer al espectro-¿Dean estas bien? -se acerco a su hermano.

-Si estoy bien -se levanto algo adolorido, frente del apareció otro niño solo que este no lo ataco, sino que susurro algo.

-Ella viene -y se desvaneció.

-Vamos a buscar a esa maldita perra -dijo el mayor aferrando la barra de hierro en su mano.

-¡Cuidado Dean, detrás de ti! -grito una voz en sus oídos, el hombre de inmediato se dio vuelta y se topo con la imagen fantasmagórica de una mujer, de un golpe con la barra se desvaneció.

-¿Cómo supiste que estaba detrás nuestro? -indago Sam.

-Solo la sentí -mintió, había pensado en contarle sobre las voces, pero definitivamente no quería preocuparle o más bien quería negar que se estaba volviendo loco-Vamos a buscar a lo que sea que este amarrada.

Ambos hermanos se encontraban recorriendo toda la casa en busca de ese objeto, los fantasmas no dejaban de aparecer. Una vez mas el niño de que les hablo estaba frente a ellos, Dean iba a deshacerse del, pero Sam lo detuvo.

-Espera Dean creo que quiere decirnos algo.

-Auxilio -murmuro el pequeño espectro.

-Vinimos a ayudarte -la mujer volvió aparecer al lado de Sam.

-Sami agáchate -dijo el mayor, el hombre obedeció y Dean la espanto.

-Ves queremos ayudarte -le dijo al pequeño que se mantenía frente a él.

El niño señalo una pared atrás de los hermanos y desapareció.

-Sam protege la habitación -abrió su bolso y saco un hacha-voy abrir la pared.

El cazador mas chico sello todas las entradas de la habitación con sal y monto guardia cerca de su hermano por si se acercaba.

Con dos hachazos al papel tapiz pudo ver lo que la pared escondía, un cuadro, un golpe lo sobresaltó al darse vuelta vio como el fantasma de la mujer arrojaba a su hermano a un extremo de la habitación.

-Samy -grito.

-Quema esa maldita cosa -se dio cuenta que Samuel no podía moverse, roció el cuadro con gasolina y saco el encendedor, la mujer comenzó a acercarse a el-rápido Dean.

-Eso intento -no encendía, el niño que les había indicado el lugar apareció y comenzó a gritar, el grito era tan intenso que llegaba a ser insoportable pero sirvió para que las mujer se detuviera, momento exacto en que el encendedor encendió y el fantasma ardió en llamas frente a él.

Se acerco a ver a su hermano.

-¿Sami estas bien?

-Si -se levanto con algo de dificultad-mi hombro creo que esta roto -frente a ellos aparecieron un total de diez niños pequeños apenas escucharon un "gracias" era como un eco en la lejanía y pequeñas luces comenzaron a subir al cielo.

-Bueno lo logramos -dijo Dean con orgullo-ahora vamos a revisarte ese hombro.

El hubieraWhere stories live. Discover now