El Rincon de Felixidad || {Felix x SKZ}

8 •Ensalada de Frutas•

Un brillante cartel escrito con letras cursivas recitaba un " El Rincón de Felix" colocado justo arriba de la puerta principal, por fuera la tienda estaba pintada por un brillante color amarillo que resaltaba entre todos los demás edificios de esa calle.

Sin embargo, para ser recién las ocho de la noche, en la puerta de la tienda ya estaba colgando el cartel de "cerrado".

Aunque dentro de aquella pintoresca pastelería las luces todavía estaban encendidas, los muebles se encontraban revueltos, había globos, pedazos de pastel, girnaldas y pétalos de flores amarillos desparramados por el suelo.

Siete hombres se encontraban parados en fila, sucios y desaliñados, con las caras empapadas, y sus manos juntas hacía adelante, todos miraban al suelo con cara de culpa, debes en cuando, alguno levantaban la mirada para ver al chico rubio que caminaba de un lado al otro por la tienda irritado.

Felix se masajeaba el puente de la nariz, le dolía la cabeza el solo pensar en los sucesos que habían ocurrido solo hace unas horas.

El que se supone, debia ser su perfecto día de apertura de su pastelería, esa por la que había esperado por años abrir y por la que se había esforzado tanto, casi termina en tragedia. Aunque por suerte los clientes creyeron que la pelea que se armó era una especie de show, ya que terminaron aplaudiendo una vez el lío acabo, y hasta le tiraron algunas monedas. Aún así, tuvo que cerrar rápidamente para evitar más problemas.

Pero eso no era lo único, si no que también los que se supone él consideraba sus nuevos amigos, al parecer no querían ser sus amigos, si no que querían con él.

¡Hasta querían una boda! ¡¿Que les pasaba?!

Soltó un suspiro por décima vez en el día, su cabeza estaba tan confundida, no entendía nada.

—¿Quieres que te traiga agua o una pastilla?— Minho lo miro preocupado, dando un paso hacía adelante.

—Quietos.— Felix levantó aquel rociador de agua que utilizaban en caso de que algún gato mordiera a los clientes, fue la única arma que encontro para detener la pelea entre el grupo de hombres. Los chicos volvieron a pararse rectos en su lugares cuando vieron la mirada sería en sus ojos, Felix daba miedo cuando se enojaba. —Lo único que quiero es que se expliquen y me digan con claridad ¡¿Que diablos les pasa por la cabeza?!...— Los hombres saltaron en sus lugares al escuchar la gruesa voz de Felix resonar en el lugar. —¡¿Cómo se van a largar a pelear en medio de la pastelería?!...  ¡Y justo hoy! Que era mi día ¡¿Acaso quieren matarme de un infarto?!...— Felix se agarró el pecho de manera dramática, a lo que los demás chicos se acercaron para socorrerlo pero fueron espantados nuevamente por el rociador.

—Felix sabes que yo jamás me comportaría de esa manera, debo cuidar mi imagen.— Empezó el rubio de labios gruesos intentando peinar su larga cabellera de manera altanera, pero está estaba tan enmarañada que sus dedos se terminaron trabando. — Tienes que creerme, fueron los salvajes de allí los que comenzaron.

—Oye "Ken del mercado", si mal no recuerdo tú también estabas ahí y hasta me lastimaste la mejilla con un codazo.—  Jisung, señaló la zona de su cara donde estaba hinchada.

—Con tanto cachete ni quién se dé cuenta.— Contraatacó Hyunjin, fallando otra vez en peinarse el cabello. Mientras que Jisung le dió una mirada asesina.

—Como sea, él tiene razón, fueron estos dos brutos los que empezaron.— Seungmin, que tenía la cabeza llena de pastel, señaló hacía Minho y Changbin. —Uno de ellos me tiró todo el pastel en la cara.

—Oh, ese fui yo.— Levantó la mano Jeongin. —Pero porque el Minion gigante de alla me empujó.

Bangchan, que seguía con aquel extravagante traje color amarillo, le hizo una reverencia a Seungmin, despues de todo de alguna forma era su superior. — Discúlpeme señor Kim, pero alguien con unos brazos muy grandes me estaba apretando y yo solo tiraba manotazos para tratar de sobrevivir...— Bang miro de manera incriminatoria a Changbin.