Capítulo 2: Susto y reservación
El tren seguía rumbo al grande pueblo que quedaba a 200km de la sede, en el transcurso del viaje, Shinobu se quedó profundamente dormida en el hombro de Giyu, mientras este solo miraba el paisaje a través de la ventana, en un punto el tren hizo una parada y en ella frente al chico de ojos azules se encontraba un pequeño campo lleno de flores y mariposas, además de una pequeña laguna, miró detenidamente por un momento, al ver cómo las mariposas se posaban en las flores, en su mente hizo recuerdo a Shinobu y su difunta hermana Kanae, se le hacía tan similar, Kanae era un sustento para Shinobu, así como la flor lo era de la mariposa.
-Que bonito paisaje, ¿verdad?.- dijo Shinobu viendo hacia la ventana.
Giyu se asustó un poco, no la había sentido, estaba tan centrado en sus pensamientos que no se dio cuenta que había despertado.
-Hey, Tomioka-san, ¿acaso te asuste?.- hablo burlona picoteando con su dedo el hombro de Giyu.- oye oye, ¿estás bien?
-Sí, estoy bien, solo que me perdí en mis pensamientos.- respondió tranquilo el ojiazul.
-¿Pensamientos? ¿En que pensabas? ¿En una chica o que?.- a pesar de que lo dijo de una forma algo bromista, se veía un poco seria a la última pregunta que le hizo.
Giyu solo suspiro y volvió a mirarla para después ponerse firme y mirar al frente, no sin antes responderle.
-No es nada, solo pensaba en la misión.- dijo tranquilo y la chica lo miró con mucha curiosidad.
-¿Crees que será complicada la misión?.- preguntó desviando la mirada de su compañero.
-Según el reporte del patrón no se trata de una luna demoníaca, así que creo que no habrá complicaciones.
-Entiendo, bien si no te molesta ¿podrías prestarme tu hombro de almohada, por favor?.- lo dijo en un tono tan dulce y con una tierna sonrisa que el mayor no se pudo negar y simplemente asintió.
-¡Eres muy amable, Giyu!.- dicho eso se puso a dormir otra vez.
¡¿Giyu?! Lo había llamado por su nombre, él se quedó perplejo por un momento pero después se recuperó y también se dispuso a dormir un rato.
En el transcurso del viaje, finalmente habían llegado a su destino, Shinobu se despertó primera y trataba de despertar a su compañero pero este no despertaba.
-Despierta, oye despierta.- era Shinobu quien estaba moviendo a su compañero para que se despertara.- vaya, pareces una piedra Tomioka-san, despierta.
Giyu abrió los ojos rápidamente y se puso de pie, miró a Shinobu y está lo miraba con un puchero.
-¿Que pasó?.- preguntó confundido el mayor.
-Que más va a pasar, llevo 5 minutos intentando despertarte.- ella seguía con su puchero.
-Lo siento.- se disculpo el azabache.- Es que desde anoche no pude dormir bien, lo sabes ¿verdad?
-Ehh, si claro, bueno ya bajemos del tren.- dijo la chica con un pequeño sonrojo en su rostro.
El solo la siguió y bajaron del tren, decidieron ir a una posada en lo que llega él anochecer.
-Son las 5 de la tarde, tenemos que hospedarnos hasta que oscurezca.- sugirió la pequeña pilar.
-Tienes razón, busquemos una posada y esperemos.- ambos emprendieron en buscar algún lugar donde quedarse el resto de la tarde.
Finalmente encontraron un lugar donde quedarse, pidieron dos habitaciones pero ambas estaban juntas, pero de igual aceptaron, tomaron sus llaves correspondientes y fueron a sus habitaciones.