Capítulo 14: Primavera.
Otra semana ha pasado de la misión y aún Giyu y Tengen no han logrado dar con todos los demonios que faltan por exterminar en ese pueblo, en el tiempo que llevan en el pueblo, según cálculos de cada uno, han logrado exterminar a más de 90 demonios.
Saori seguía distante de Giyu, el susodicho comprendió lo que quería la chica y también se alejó de ella. Por otro lado Shinobu y él nuevamente empezaron a escribirse como antes, eso le tranquilizaba, sabe que está bien y que desea verlo pronto así como él a ella.
En una madrugada después de inspeccionar el pueblo, los dos pilares habían regresado, aunque Tengen llego y se fue por la misma, ya que quería ir a unas aguas termales, invitó a Giyu pero este dijo que otro día, y albino entendió y se fue. Ahora el ojiazul estaba en el balcón del hotel, ese se había convertido en su lugar preferido desde que llegó al pueblo, estaban acostado, había tendido una sábana en el suelo y el frío aire pegaba su rostro.
Estaba con los ojos cerrados, ya se había quedado dormido, la imagen de su hermana apareció de repente y el momento donde la perdió. Era una pesadilla trataba de levantarse pero no podía, su cuerpo pesaba y estaba sudando, siguió intentando despertar pero era inútil, pero gracias a alguien pudo salir de ese terrible sueño.
Al abrir los ojos desesperados, se encontró con la mirada preocupada de Saori. Se levantó y trató de regular su respiración agitada, al haberlo logrado volteó hacia la chica.
-¿Que haces aquí? Es muy tarde.- hablo el chico.
-Quería un poco de aire.- respondió, el pilar se sorprendió ya que no lo ignoro como antes.
-Esta haciendo frío, te vas a resfriar.
-Usted también, yo estoy cubierta con un abrigo y acabo de tomar té caliente pero usted está aquí solo en pijama y sin nada abrigado.- ella se acercó con una manta hacia él para ponérsela.
El chico solo observaba lo que hacía y cuando termino de colocar la manta, sus rostros quedaron frente a frente, cada uno sentía el aliento del otro, pero se separaron. La chica se veía tensa y parecía querer huir de ahí.
-Me voy para que tomes aire tranquilamente.- enunció el pilar y empezó a caminar en dirección a la salida del balcón.
Cruzó a lado de la chica y siguió caminado directo a la salida pero una voz lo detuvo.
-Espere, por favor.- pidió la chica.
El chico se detuvo y se volteó, vio como la chica lo miraba nerviosa.
-¿Puede quedarse conmigo?
-Esta bien..- respondió el chico.- pero pensé que no querías hablarme más.
-Lo siento... no estaba bien, tenía muchos bloqueos mentales, de verdad lo siento.- se disculpo haciendo una reverencia.
-Tranquila, entiendo, he pasado por lo mismo.- respondió el joven.
-Hace un momento mientras dormía lo vi muy desesperado, estaba temblando y sudaba al mismo tiempo ¿le sucedió algo malo?- preguntó viendo con preocupación al chico.
-Una pesadilla nada más, estoy bien.
-Yo también suelo tener pesadillas, unas muy horribles.- declaró ella.
Los dos continuaron ahí parado a casi dos metros de distancia, entonces el joven se acercó hacia donde estaba la chica.
-Gracias por despertarme de ese mal sueño.- agradeció el chico y dirigió su vista al cielo, notando que faltaba alrededor de una hora para que amanezca.
