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—¡Jisung, ya agotaste los recursos, date por vencido! —Le pidió Minho mientras lo veía entrar agitado en su habitación.

—¡No lo haré! —Buscó rápidamente una chaqueta de su closet y se la puso. —Escucha, solo quiero ser una persona normal que puede tener amistades, estoy harto de vivir limitado, solo quiero ir detrás de mi mejor amiga, pedirle disculpas y darle una explicación. —Explicó mientras chocaba sus manos. —Y estoy llegando tarde. —Le pasó por un lado y corrió hacia la entrada de la casa.

—¡¿A dónde vas?! —Preguntó Bangchan preocupado.

—¡Confíen en mi! —Se volteó un momento para seguir corriendo a toda prisa.

—Pues ya que. ¿Quién quiere jugar Genshin? —Preguntó Felix tirándose al sofá.

[...]

Amy se encontraba sentada frente al mostrador de la tienda en donde trabajaba, con la mente echa un lío y su corazón latiendo con la misma frecuencia que ayer cuando se enteró que todo este tiempo había estado hablando con Han Jisung.

Por una parte se sentía feliz y emocionada, literalmente había cumplido el sueño de cualquier stay y eso le llenaba de emoción, también porque Han Jisung significaba mucho para ella, era su ídolo, su ejemplo a seguir y hablar con él y que el chico quisiera tener una amistad con ella la hacia sentir especial.

Pero por otro lado se sentía engañada, entendía perfectamente que el chico no podía estar por ahí diciendo que era Han Jisung, pero habían llegado a un punto de amistad en el que podría habérselo contado.

No estaba enojada con Eric... O Jisung, pero tampoco se atrevía a desbloquearlo.

Probablemente solo debería olvidar todo esto y hacer como si nunca hubiera pasado.

Luego de atender a algunas personas por fin era el momento de cerrar el establecimiento, primero cerró la puerta principal y bajó la persiana para dar a entender que ya estaba cerrado, pero cuando estaba en el bodega haciendo un pequeño inventario del día escuchó como comenzaron a tocar la puerta con fuerza.

—¡Estamos cerrados! —Gritó saliendo un momento de la bodega. Pero los golpes no pararon y al contrario, continuaron siendo más repetitivos. —En estos momentos moriría por hacer una carta de renuncia. —Se acercó a la puerta para abrir la persiana y así poder explicar a la persona fastidiosa que ya estaban cerrados.

Pero cuando observó quien estaba al otro lado del vidrio un calor se instaló en su cuerpo y podía jurar que estaba tan blanca como un papel.

Han Jisung estaba ahí con una expresión de preocupación y con una mirada que le rogaba abrir esa puerta.

—Por favor, Amy. Este es mi último recurso, si ya no quieres hablar conmigo lo entenderé. —Dijo alzando un poco la voz para que se escuchara al otro lado del vidrio.

Amy seguía paralizada frente a la puerta, después de pensar un par de segundos abrió rápidamente la puerta y lo tomó de la mano para jalarlo hacia la tienda.

—Alguien puede verte. —Dijo con nerviosismo mientras bajaba la persiana.

—Tomé precauciones, pero eso es lo de menos. —Se apoyó en el mostrador.

Se veía tan bien, su cabello negro y brillante, su rostro con esa expresión de preocupación y su cuerpo demostrando estar inquieto.

Pero Amy apartó esos pensamientos de su mente, respiró profundo y por fin lo miró a los ojos. —Di lo que quieras decir. —Se sentó en la silla que estaba en frente de la caja registradora.

—Vengo siendo Han Jisung, un chico completamente normal, el cual quiere tener amistades sin fingir ser alguien que no es, sin miedos de hacer algo mal y caer en las manos de la opinión pública. Sé lo que sientes por el Han Jisung artista, se que soy tu ídolo y soy un ejemplo a seguir para ti...

—Que egocéntrico. —Alzó las cejas fingiendo acomodar los chicles en el mostrador.

—El punto es que —Sonrió por el comentario dicho por la chica. —Quiero que seamos amigos, quiero que me disculpes por fingir ser alguien que no soy y que te des el tiempo de conocer a Han Jisung, a este Han Jisung, porque yo no soy solo el idol, soy el ser humano y el amigo Han Jisung.

—Acepto tus disculpas. —Le dijo mirándolo a los ojos y sintió que su corazón se derretía cuando lo vió sonreír. —Pero se siente bastante extraño verte sin una pantalla de por medio y sin la necesidad de idolatrarte. También siento la necesidad de conocer al amigo Han Jisung, porque nunca había sentido tanta confianza por alguien sin conocerlo en persona como me pasó con Eric.

—Eric a partir de ahora murió, solo existe al amigo Han Jisung. —Le extendió la mano y Amy tardó un par de segundos en aceptar el gesto.

Las amistades virtuales a veces pueden hacerte sentir mejor que tus amistades presenciales, ya que ellos confían en ti y te apoyan sin siquiera conocerte totalmente. En el Internet hay muchos peligros pero si sabes reconocer el peligro puedes conocer a muchas personas especiales y de cariño. Que la distancia no logre separar los corazones.

Fin. <3

Cyber Love [Terminada] | Han JisungWhere stories live. Discover now