QUEDATE OTRA VEZ (2)

Capitulo 6

-No tenias porque hablarme así delante de todos - le reproche - no hice nada malo.

-No me gusta que estés con ellos - estábamos estacionados afuera del departamento de Draken que iba a ir a recoger unos documentos.

-No estaba haciendo nada malo, me desmaye y luego no recuerdo como llegué ahí.

-¿Tú también me vas a abandonar? - lo mire, el también me miraba.

-Sabes que no Manjiro, yo no haría eso.

-Sabes que cuando estamos solos me puedes decir Mikey.

-Lo se - mire hacia enfrente - Mikey yo..

-Aquí están, podemos irnos. - Draken entro al auto, ¿Qué carajos pretendía diciéndole a Mikey que estaba saliendo con Ran?

☆

Unos días después mientras estaba bañandome se escuchó la puerta de mi habitación abriendoce y los pasos de alguien directo al baño.

-¿Mikey?

-Creí que ya no lo llamabas así.

Era Ran, estaba de pie con un cigarrillo en el marco de la puerta del baño.

-Y tampoco sabia que así recibias a las visitas- estaba desnusa, mi cuerpo de veía atravez del cristal de la puerta - porque hubiera venido antes.

-Hola - solo logre decir eso, le sonreí y se acerco para besarme - ¿Te vas a quedar ahí o entraras?

Sonrió con malicia cuando comencé a quitarle la sudadera deportiva que tenia puesta, dejo caer el cigarrillo y lo piso para empezar a desnudarse por completo.

-¿De donde vienes? - le pregunte cuando entró a mi lado, no se porque pero la vergüenza no me invadió como lo esperara. Solo podía pensar en que mi cuerpo era perfecto. (Claro que era perfecto porque Mikey me obligaba a entrenar dos horas diarias)

-Del gimnasio - me miró de pies a cabeza y mordió su labio inferior - joder Ax, me voy a volver loco contigo.

Apenas pude reaccionar cuando me tomo de la cintura pegando su cuerpo desnudo al mío. Me beso con tanto deseo que hizo que mi cuerpo comenzará a calentarse, Ran era el tipo de chicos que tenía una magnífica manera de besar, me encantaba el sabor de sus labios. Una mezcla de tabaco, whisky y café.

Mi cuerpo fue rápidamente volteado. Mis pechos se apretaban con la pared y mi trasero sentia el bulto de Ran. Su mano se metió entre mis piernas en aquella parte que nadie había tocado hace bastante tiempo, había olvidado el placer que se sentía que alguien tocará el punto más débil mientras las piernas pierden fuerza. Sonidos obscenos salían de mi boca, trataba de callarlos pero las manos de Ran eran expertas y me hacían sentir una sensación deliciosa surgiendo dentro de mi vientre.

-Quiero escucharte - susurro en mi oído atrapando entre sus dientes el lóbulo.

-¡Ran, me gusta! - deje caer mi cabeza en su hombro para que viera cada gesto que me provocaba.

-¿Aquí? - dijo masajendo ese punto tan débil.

-¡Si Ran, justo así!

Sus caderas se movían contra mi, estaba llegando a un punto de exitacion grandiosa cuando sujeto uno de mis pechos apretandolo con cuidado y sin prisa. Pero esto me estaba matando.

-Ran.. por favor hazlo. - Sus labios encontraron los míos callando mis súplicas. Un fuerte gemido salio de mis labios cuando por fin pude llegar a mi punto límite, sentí los labios sonrientes de Ran sobre los míos.

-Todavía no acabamos bonita.

Mi espalda se pego en el azulejo de la pared, levantó con agilidad mi cuerpo poniendo mis piernas en su cadera, me abrace de su cuello para no resbalar.

Se acomodo en mi entrada y sin pensarlo mucho me dejó caer en su miembro. Debo decir que sentí que me atravesaba, un par de lagrimas salieron de mis ojos. Eche mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos con fuerza.

-¡Joder Ax! ¿Te estoy lastimando? - pregunto alarmado y empezó a salir de mi.

-No, esta todo bien, sigue.

Y lo hizo, me empujó más contra la pared para que entrara con más facilidad. Era como estar en el maldito cielo.

No pude silenciar mi boca cuando empezó a empujar dentro de mi, era un deleite verlo echo un desastre. Con mechones de cabello lila en su frente, su seño fruncido, la respiración entre cortada y los jadeos que me hacían sentir que lo estaba disfrutando tanto como yo.

Se detuvo cuando ambos llegamos al orgasmo, no hubo nada más después de eso, solo besos pequeños y me decía cuanto le había gustado tenerme.

-Eres muy hermosa - se acerco a mi abrazándome cunado yo cepillaba mi cabello frente al espejo, solo con una bata de baño puesta. Me abrazo por la cintura y hundió la cara en el arco de mi cuello - y hueles muy bien.

Solo tenía puesto sus pantalones del traje púrpura a rallas que llevaba guardados en la maleta de gimnasio. Su teléfono sonó cuando daba besos pequeños en mis hombros sobre la tela.

-Contesta Ran - le dije - puede ser importante.

-¿Más importante que tú? No lo creo.

-Venga ya, contesta.

De mala gana se agachó a recoger su saco y saco el móvil.

-¿Que paso flaco? - lo mire con el seño fruncido cuando contesto así. - Esta bien, llego en diez. - Colgó y me miró con enojo, pero no era contra mi - era Kakucho, necesita que vaya a verlo porque algo no salio como lo esperábamos y ahora tengo que ir a limpiarle el culo a Wakasa.

-¡Hey! - golpe su hombro sin fuerza - es mi hermano.

-Tu hermano debería aprender a controlarse y no dejarse llevar por mujeres estúpidas que solo quieren dinero - termino de vestirse y solo le quedaba ponerse la corbata.

-Ven aquí - le dije extendido la mano, tomé la corbata y la empecé a poner.

-¿Puedo preguntar algo?

-Si es sobre mi hermano o Manjiro prefiero que no, si es por otra cosa si.

-¿Qué te une a Sanzu?

-Hace tiempo pasaron muchas cosas, yo perdí a alguien y solo encontré refugio con el - suspire - pero es una historia que te contare después, ¿esta bien?

-Esta bien bonita, ahora me tengo que ir - me dio un beso largo y luego salio.

Me puse la pijama y me tire a la cama a leer un libro: Orgullo y prejuicio, Jane Ausen.

Me adentre tanto en la novela que no me di cuenta del tiempo, ni de los ruidos que había a mi alrededor.

-Ax.

-Mikey - me sorprendí verlo entrar, según había dicho no estaria en el país por un par de días- ¿No estabas fuera?

-Estaba - parecía ver cada detalle de mi habitación - ¿Estabas fumando?

-Si - mentí.

-Nunca lo haces, lo dejaste hace tiempo.

-Bueno las cos.. - no me dejo terminar y entro al baño, no cerró la puerta y luego volvió con la colilla de un cigarro en la mano.

-¿Con quién estabas Ax?

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