Capitulo 25

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Rin llegó a la hora del desayuno. Tenía chupetes por todo el cuello y mordidas que a penas se notaban, el cabello despeinado y la ropa arrugada.

-Fue una buena noche, no? - se burló Ran.

-La verdad si, me dijo que podía venir hoy a la cena que lo invitaste.

-¿Yo lo invite?- se señaló a sí mismo.

-Ayer me dijiste - frunció el seño preocupado.

-Ran no juegues con él, ya sabes como es RinRin, no le hagas caso.

-Vendrá a las ocho, no tiene comida especial favorita pero dice que le encanta..

-Mi pastel de zanahoria - agregue por el.

-Exacto, me daré una ducha para que vayamos a la reunión en casa de Mikey. - La habia olvidado, no se porque pensar en volver a aquella casa me revolvió el estómago y tuve que correr al baño.

Pasaron unos segundos después de que corrí como loca cuando Ran tocó la puerta.

-¿Todo bien bonita?

-Si, voy en un segundo.

No escuché sus pasos alejarse, jale la cadena del inodoro y abrí la puerta para dejarlo pasar.

-¿Qué pasa bonita? - estaba sentada en el retrete con la tapa puesta, se lnclino delante de mi - ¿Quieres que llame al medico?

-No, estoy bien solo que no pensé que.. ya sabes, tendría que volver a la casa de Mikey.

-Estamos contigo, si?

Como siempre ya estaban casi todos cuando llegamos, Kazutora corrio a abrazarme y decirme que me había extrañado. Fui a saludar a mi hermano, a Takeomi y a Mikey.

-¡Holaaa! - corrí a abrazar a Draken cuando lo vi.

-Hace cuánto que no te veo - me tomo de la mano y me dio una vuelta - veo que te va bien la vida con Ran.

-De maravilla - conteste sonriente.

-¿Pero te estás cuidando? No queremos un mini Haitani.. - me tape la boca con sorpresa.

-¡Callate el hocico! - todos me voltearon a ver cuando grite y luego regresaron a lo suyo - tengo dos semanas de retraso y no me hacia dado cuenta hasta ahora.

-¡Ay, Ax! - puso su mano en su frente dramatizando. - ¿Pues que esperas? Vamos a una farmacia.

Estábamos alejados de todos y susurrabamos.

-Espera - corrí con Ran y me colgué de su brazo - cariño voy con Draken a comprar unas cosas que olvide.

-¿Quieres que te lleve?

-No, no te molestes - me puse de puntitas para besarlo, aún con los tacones era una enana a su lado.

Volví con Draken que no me dejaba de regañar y decir que debí cuidarme porque era muy pronto para ser papás y que ni siquiera podía cuidar de mi misma para traer un Haitanito al mundo.

-Una prueba de embarazo por favor - le dije a la que atendía la farmacia.

Volvimos a la mansión pero esta vez fuimos a los baños de la piscina.

-¿Sabes como usarla? - pregunto.

-¿Me ves cara de saber usarla? Bueno.. aunque un día me di un susto pero fue.. olvidalo deja leo las instrucciones.

Estaba tan nerviosa que no supe ni lo que dije:

-Dos no, una si.

-Trae acá- me la arrebato Draken que andaba igual que yo - no, dos si, una no.

-Si por eso.

Me metí al baño a orinar en la pluma de la prueba, teniamos que esperar cinco minutos.

-¿Y si sale que si? - estábamos recargados en la barra de la cantina de la piscina.

-No lo sé, ese ya es tu problema.

-Eres mi amigo, debes ayudarme.

-¿Quieres tener un hijo?

-No se - mis ojos se inundaron de lágrimas - no quiero ser una mala madre - chille.

-Alexa relájate, ni siquiera...

La alarma de los cinco minutos sonó.

-A ver vela - me dijo él.

-No tú- se la devolví.

-A ver dos no, una si. - volteo la prueba, su cara fue inexpresiva.  - Madre mía, que te has salvado - imito el acento de los españoles.

-No idiota, dos si una no.

-Pues entonces te va a tocar cambiar pañales llenos de caca, suerte. Dos líneas.

Me mostró la pluma y efectivamente dos líneas.

-La puta madre - fue lo único que pude decir.

Regresamos al salón en donde estaban los demás, admito que ya no tenía ganas de estar ahí porque ver tanta comida me daba asco. Un hijo.. o hija.

-¿Estas bien? - Ran me sostuvo de las mejillas, me dio un beso en la punta de nariz y uno en la boca.

-Si, es que estoy cansada.

-Bueno ya casi es hora de irnos - dijo Rin que siempre andaba de cotilla - Angry llega a las ocho.

Ran reviso su reloj, siete y media.

-Deberíamos irnos, hay que despedirnos.

-¡Oye Ax! - me grito Koko - ¿Qué tal una copa de vino?

-Tómala y luego nos iremos - mire a Draken que estaba del otro lado de la mesa conteniendo una risota.

-Mejor mañana - le conteste - por ahora nos vamos, tenemos un compromiso importante.

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QUEDATE OTRA VEZ (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora