La apuesta 2 ©

Explotar

Miércoles, mitad de semana y mi cuerpo lo sabe. Por qué esta como muerto.

−Lo que necesitas es salir ¿Vamos hoy a algún lugar?

−No Gaby no entre semana

−Agh que aguafiestas eres

−Hola Gaby –es Jacob quien la saluda y luego se sienta a nuestro lado en la mesa− Hola Lex

−Hola –lo saludamos ambas

−Gaby ¿Quieres ir a comer algo después de la escuela?

−Sí, eso me encantaría 

−Genial –dice Jacob con emoción para luego quedarse mirando a Gaby como un bobo, me rio un poco por ello y por qué Gaby esta por completo roja como un tomate

−Bueno, gusto en saludarlas tengo entrenamiento

−Suerte con ello –le dice Gaby

−Gracias

Se van sin más.

−Wo wo wo, esas miradas, hasta yo me he puesto nerviosa

−No sé de qué hablas

−Oye vamos, ¿Te gusta tanto?

−No lo sé Alexa, él es lindo y tierno y todo eso pero...

−¿Pero?

−Pero que siga siendo amigo del idiota de tú ex no me da nadita de confianza

−Jacob no es como Dylan

−Lo sé, lo he comprobado pero aun así

−Sí, aun así saldrás con él

−Bien bien, pero solo porque me pareció grosero decirle que no

−Aham claro

Cuando llego a casa lo único que quiero es dormir. Matt no ha venido conmigo ni si quiera tengo idea de donde esta solo me dijo que no lo esperara así que sin dudar no lo hice. Voy a mi habitación e intento dormir un poco.

Más tarde cuando despierto bajo a la cocina porque mi estómago demanda comida y la quiere ya. Sin embargo ni siquiera logro llegar ahí. Me detengo en la sala que según yo debía estar por completo sola. Pero no es así. Hay una, mujer, de pie dándome la espalda.

−Amm disculpa ¿Quién eres? –pregunto confundida

La chica se da la vuelta y cuando la veo siento como el color comienza a subir a mis mejillas. No porque este avergonzada. Si no porque estoy furiosa.

−¡¿Qué se supone haces tú aquí?!

−Ah ¿Perdona?

−¡Largo de mi casa! ¡Largo de mi casa ahora! ¡Vete!

Ella me mira detenidamente.

−Oh cielos eres Alexa ¿Cierto? La novia de Dylan

−EX ¡SOY SU EX NOVIA!

−Oye, no deberías estar así, te hice un favor

Efectivamente como ya habrán imaginado la arpía que está de pie frente a mi es la misma chica con la que encontré a Dylan el día de la fiesta en el cuarto del jardín. Aunque sin suda es cierto que me hizo un favor no puedo evitar querer arrancarle los pelos. Me acerco u comienzo a empujarla hacia el ascensor.

−¡Largo si tienes un poco de dignidad mujer será mejor que te vayas!

−Oye basta –se queja mientras comienza a dar pasos− No tenía idea de que era tu casa