¿Un buen día?

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−Me parece que te queda mejor el color salmón

−A mí me gusta el negra

−Vamos a ir a un día de playa no a un funeral Alex

−Bien, maldición

Gaby y yo nos encontramos en mi habitación. Jacob junto a Kent, Saúl y Greg han organizado un día de playa y nos han invitado.

−Ni siquiera hace calor para ir –se queja Gaby

−Es mejor, odio el sol

−Dime algo que no odies

−A ti

−Ay que linda ¿Llevarás a Gray?

−No, tiene visita con el veterinario, obviamente mi tío Jackson lo verá así que mi mamá va a llevarlo

−Bien... ¿Estas lista?

−Peor estaba –digo mirándome de arriba abajo

−Bien, J está en el estacionamiento esperando

−Vamos entonces

Bajamos de inmediato encontrándonos con mi papá.

−Hey hey hey... ¿A dónde tan a prisa?

−Te lo dije esta mañana –le digo− Día en la playa

−Es la una de la tarde, él día en la playa inicia temprano jovencita

−Escribir cinco horas tampoco lo hace día de escritura y yo no te juzgo

Él frunce el ceño.

−Bien, no vuelvas tarde y Gaby cuida de ella

−Como si fuera mía señor Payne

Mi papá suelta una carcajada mientras yo empujo a Gaby dentro del ascensor. Bajamos en el luego subimos al auto de Jacob y partimos.

−Olvide el bloqueador

−Llegaremos por la tarde Gaby –le dice J

−El sol quema a toda hora genio

−Sin peleas niños –los reprendo

−Oye Alexa, Greg esta emocionado por verte

−¿A sí?

−¡Jacob calla!

Él solo se ríe mientras yo miro confundida a Gaby.

−¿Qué le pasa a mi cupido estrella? –pregunto aun confundida

−Si Gaby, Alexa está libre y tú tienes de nuevo tu trabajo

Eso debió ser divertido, pero no lo fue, aunque finjo con una risa que me ha parecido divertido.

−De ninguna manera, Alexa no es libre, que si amor platónico sea un idiota no la deja libre

−Gaby, un amor platónico es mayor mente conocido con aquel amor o ser que es inalcanzable, no creo que eso defina a Matt

−Ah genial, ustedes son los mejores amigos que yo pude pedir –me quejo y ellos lucen avergonzados

Un silencio incomodo se genera pero decido romperlo.

−Vamos J, sube el volumen de esa canción

Y mientras dejo que el sonido de Martin Garrix me inunde continuamos por la carretera hacia la playa.

El día es perfecto, sin mucho sol y fresco, y al llegar al mar la brisa me acaricia dándome la bienvenida. Comenzamos a caminar en busca de los demás. Yo detrás de J y Gaby como el negrito en el arroz, la mosca, el tercer mosquetero que nadie quiere en fin creo que me entienden. A lo lejos divisamos a Greg, Kent y Saúl. Nos saludan y Kent va a nuestro encuentro.

La apuesta 2  ©Where stories live. Discover now