El Rey del Alba

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Siguen oscuro, en un par de horas saldrá el sol, todos corren, preparan todo, puede ver a algunos rezar en algún rincón a otros hablar como si no estuvieran a punto de enfrentar la muerte en esta guerra. El tinte de su cabello ha caído, se puede ver el rubio que a Eiji tanto le gustaba comparar con el sol, su flequillo le toca las pestañas.

Se pone de pie, sube al mástil puede ver a cientos de barcos seguirlos ¿Esto es el poder? Con una sola orden puede hacer que 15 mil soldados mueran por el o que deserten y regresen a salvo con sus familias, si el lo desea puede masacrar a todo este pueblo o salvarlo.

Baja del mástil, ya puede oír a las gaviotas, están cerca, suenan las campanas en tierra firme anunciando la llegada de su enemigo,  deben estar listos.

"¡SOLDADOS!" Grita llamando a todos en su barco "Ha llegado el momento, estamos a punto de enfrentar a la capital, a quien se hace llamar rey, el mismo que es enemigo de toda la nación" Todos lo observan atentamente "Quien ha asesinado a sus señores, es este el momento de sacrificar todo, no por mí, no por sus señores, no por el reino, sino por sus familias porque les puedo asegurar que con este traidor al frente sólo será cuestión de tiempo para sus familias sean sacrificadas, en la horca o alcanzadas por el hambre, entreguen sus vidas conmigo y les juro que serán bien recompensados, sus familias estarán a salvó de este depredador que se hace llamar rey, ayúdenme a hacer de este un lugar mejor, sin reyes que toquen niños, que maten mujeres con sus bebés en brazos  y decapiten al hombre justo ¿QUIEN ESTA CONMIGO?" Dice mientras levanta su espada al aire.

Responden todos al unísono  con un grito de guerra levantando sus espadas al aire junto con su nuevo rey, al menos para ellos, esos 15 mil soldados que van en nombre de sus señores tienen un rey, el rey Aslan Jade Callenreese.

Tocan tierra, los reciben con flechas con llamas en las puntas, muchos los esquivan con sus escudos, otros no tuvieron la suerte de evitarlos a tiempo, cayeron, los demás siguen siguen corriendo, se enfrentan al primer grupo de soldados enemigos quien son vencidos, llegan más refuerzos de Ash, soldados siguen llegando en su apoyo desde el mar.

Llegan a las puertas de entrada, rocas caen en sus cabezas, pueden con ellas gracias a los escudos, de repente les cae un líquido encima, está frío, no es agua es... ¿Alcohol?
¡Deben salir de ahí!.

"¡Retrocedan! ¡Que no los toque el líquido!" Dice mientras se aleja de la pared, lo hace a tiempo pero no muchos pueden, fuego cae sobre ellos y arden al instante, esos malditos ¡los han quemado vivos!.

La armería llega al rescate, los arqueros detienen a aquellos que quieren tirar alcohol sobre ellos, los demás ayudan con agua del mar para apagar el fuego de la pared, troncos gigantes cargados por muchos soldados azotan la puerta para poder abrirla, adelante y hacia atrás, el movimiento se repite muchas veces.

Soldados enemigos aprovechan la falta de sus manos para atacarlos por la espalda pero son reemplazados inmediatamente por compañeros de batalla, siguen golpeando, la gran puerta comienza a agrietarse, rocas les siguen cayendo encima, deben entrar rápido antes de que más soldados caigan.

Toma un arco y comienza a disparar tan preciso y rápido como puede, Blanca le cubre la espalda para poder disparar libremente, ya muchos por su mano, tiene la cara cubierta de sangre, su cabello se tiñe de rojo, puede ver a sus soldados regados por todo el suelo.

La puerta cruje, está a punto de romperse, debe seguir con las flechas, tiene que darle tiempo a sus soldados pero están a punto de terminarse.

CRACK

La puerta se rompe los soldados comienzan a entrar.

Deja su arco y toma su espada nuevamente,  entra y llegan al pueblo, hay mujeres con sus niños aterrados, ordena no tocar a nadie que no tenga un arma en la mano o algún niño, los ignoran, deben seguir adelante, avanzan y se topan con más soldados, más flechas en llamas caen sobre ellos, hieren a algunos inocentes, no tienen armaduras, los desgraciados no deberían lanzar flechas aquí.

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