La voluntad de luchar [Parte 1]

Capítulo 96: El titiritero

"Es el rey Salomón".

Intenté varias veces abrir la boca, decir algo. cualquier cosa Miles de preguntas rebuznaban ansiosamente para ser liberadas, pero los músculos de mi mandíbula no funcionaban.

Afortunadamente, los de Mordred estaban funcionando bien. "¿El tipo que dijiste que no podía ser?" Mi amado caballero le preguntó al Doctor Roman deliberadamente. Todavía estaba en su armadura, con los brazos cruzados sobre su coraza. Eso fue suficiente para reactivar mi cerebro, y exhalé bruscamente.

"Será mejor que haya una buena razón", agregué en acuerdo. "Estabas tan confiado sobre ese hecho antes. Eso significa que estabas equivocado o mentiste. Por el bien de todos, rezo para que haya sido lo primero". La idea de que Roman pudiera ser otro traidor no había sido algo que realmente hubiera considerado antes.

Sentí que era demasiado abierto para ser un agente doble. Un co-conspirador de Lev, que se había quedado atrás para engañarnos. Por el rabillo del ojo, vi las manos de Mordred cerrarse en puños, una mirada cautelosa en sus ojos. Después de haber estado cerca de ella durante tanto tiempo, reconocí al instante el cambio sutil en su postura de descansar a una que estaba nerviosa. Ella tampoco era la única. Noté que Mash, Emiya, Boudica, Sasaki y Lu Bu se tensaron, aunque nadie había sacado sus armas. Aún.

Sólo Da Vinci parecía tranquilo. Rápidamente caminó entre el Doctor Roman y yo y extendió sus brazos. "¡Suficiente, Jacob! Roman está de nuestro lado. Confía en mí". Se dio la vuelta, relajándose. "Sin embargo, espero que tengas una mejor explicación más allá de decir que ha vuelto. No hagas que me arrepienta de ver esa película contigo la otra noche".

A pesar de la gravedad de la situación general, no pude evitar parpadear ante esa revelación. A mi lado, un Mordred más relajado me dio 'suavemente' un codazo. "Je, es hora de pagar, Jacob". La miré con incredulidad. No porque muy bien pudiera haber ganado nuestra pequeña apuesta sobre si Roman y Da Vinci eran algo más que compañeros de trabajo, sino porque lo mencionaría en la situación actual.

"No hasta que los veamos besarse", respondí con un gruñido. Mordred puso los ojos en blanco cuando Roman se aclaró la garganta. Todos volvimos a mirar al director interino pelirrojo.

"Parece que solo tenía razón a medias. No me equivoqué cuando informé que no hubo disturbios durante el tiempo del Rey Salomón en el pasado. Sin embargo, no consideré la posibilidad de que se manifestara de alguna manera como un Gran Caster ." Roman hizo una pausa, y una de las expresiones más enojadas que jamás había visto en él pasó por su rostro. "Les prometo a todos, por mi vida, que no los engañé ni soy un agente doble". Asentí con la cabeza en esa última parte, mis manos volviendo a sus costados. Era difícil fingir esa cantidad de convicción. Difícil, pero no imposible. Sin embargo, dejaría el asunto por ahora.

Teníamos cosas más importantes que discutir en este momento.

"¿Gran Lanzador?" Pregunté, frunciendo el ceño. Obviamente sabía lo que era un Caster. ¡Sería bastante vergonzoso de mi parte considerar cómo uno de ellos, Medea, me estaba asesorando en el uso de la hechicería! Sin embargo, ¿un Grand Caster?

Fue Da Vinci quien respondió. "Un Grand Caster es un Caster que ha sido convocado por Counter Force, que es básicamente una Liga de la Justicia que defiende a la humanidad, por así decirlo. Pueden ser otras clases más allá de Caster, por supuesto, por lo que la designación adecuada sería Grand Servants. " Da Vinci luego hizo una pausa y frunció el ceño, mirando a Roman. "A un Grand Servant se le otorga un Saint Graph que es mucho mayor de lo que sería si el Servant en cuestión hubiera sido convocado como un Servant regular. Sin embargo, por lo general son convocados solo para luchar contra la mayor de las amenazas a la humanidad".