Mal momento

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Souya golpeaba la puerta metalica con sus puños una y otra vez. Le habían mentido.

-¡Déjame salir de aquí! -gritaba sin dejar de golpear el metal.

Rindou le había prometido que si le obedecía en todo, podría ver a su hermano por un día completo, pero sólo fueron palabras vacías, pues lo había dejado a cargo de su hermano mayor y él siempre le dejaba encerrado ante el más mínimo error, no sin antes darle una buena paliza.

-¡Maldición! -gritó entre quejidos de dolor luego de que su mano derecha diera un fuerte crujido al dar su último golpe.

Sus lágrimas comenzaron a brotar mientras sujetaba su mano que ya comenzaba a hincharse.

Detestaba esa habitación. Sabía que le dejaban allí como castigo, pero en esa oportunidad no había hecho algo para merecer estar encerrado en ese lugar.

Escuchó un par de risas fuera de la habitación. Utilizó su mano en buen estado para golpear la puerta y ver si alguno podía liberarle.

La cerradura fue quitada y la puerta fue abierta lentamente. Rindou apareció tras de ésta.

-¡Mierda, Souya! -gruñó preocupado abrazándole -¿Qué hiciste esta vez? -preguntó acariciando su rostro con delicadeza, evitando tocar sus moretones -Ran me dijo que estabas en mi habitación...

-¡Fui bueno! -dijo entre sollozos -¿Por qué me dejaste con él?

-Ocurrió un problema, no tuve opción -dijo tomando su mano al percatarse que algo andaba mal con ella -¿Qué demonios te pasó? Da igual, llamaré al médico para que pueda ver qué tan serio es lo de tu mano.






Souya agradeció la atención del médico con una casi imperceptible sonrisa luego de revisar su mano. Rindou maldijo mientras le entregaba un maletín oscuro al hombre. En su interior estaba lleno de billetes con los que compraría su silencio. El médico lo recibió con una gran sonrisa. Hizo una pequeña reverencia y se retiró de la habitación.

-Sólo fue un esguince -dijo Rindou sentándose en la cama, a un lado del menor -Lamento haberte dejado solo estando él en casa... Pero no quiero que sospeche de nuestro plan y se arruine todo.

Souya miraba el vendaje en su mano. No estaba seguro si podría aguantar tanto.

-¿Cómo está mi hermano? -preguntó en voz baja.

-Ran se desquitó contigo porque no puede dominarlo -Rindou se dejó caer hacia atrás y espero a que el omega se recostara junto con él -Tu hermano tiene un carácter horrible.

El omega no pudo contener la risa. Estaba acostumbrado a los comentarios de los demás sobre la fuerte y grosera personalidad de su gemelo, cómo también lo estaba a recibir los castigos en su lugar.

Rindou acarició el cabello del menor mientras le relataba la razón exacta del porqué Ran había perdido los estribos. Nahoya lo pateó en la entrepierna y después casi le afloja un par de dientes de un puñetazo cuando trató de forzarlo a tener relaciones con él.

-La verdad me sorprende que aún siga vivo -dijo Rindou sin pensarlo bien -Ran suele deshacerse de aquellos que le falten el respeto por cosas menores a lo que hizo tu hermano.

Souya comenzó a hacer pucheros pensando en el destino que le aguardaba a su hermano gemelo.

-Después de lo de hoy, sé que debo apresurarme para poner en marcha nuestro plan -dijo besando la frente del chico -Ahora que sé que se desquitará contigo por cada problema que tenga con tu gemelo.

-¿Podemos incluir a Nahoya en esto? -preguntó cerrando sus ojos al sentir una leve sensación de mareo.

-No lo sé... Lo intentaré, pero sabes que tú serás mi prioridad en todo esto, incluso sobre mí -respondió levantándose con cuidado y yendo a buscar en uno de sus cajones una barra de chocolate que le entregó a su pareja.

Souya agradeció el gesto. Estaba tan preocupado por todo lo referente a su hermano, que había olvidado la sensación de hambre debido a los dos días en que no había comido nada más que un trozo de pan.

El alfa estaba harto del trato que su hermano mayor le daba al omega. Pensaba constantemente en cómo sería la vida que tendría el chico si no lo hubiese reclamado como su pareja. Rindou se enamoró casi a primera vista del chico y después de un par de oportunidades de hablar con él en los momentos en que Ran no estaba, fue suficiente para tomar aquella riesgosa decisión de marcarlo. Souya pensó que Rindou sería asesinado después de que el alfa mayor descubriera la marca en su cuello. Ran sólo tuvo una corta discusión con él. Sin embargo su venganza vendría después, pues en cada oportunidad en que quedaban a solas en la gran casa, el alfa lo maltrataba físicamente hasta cansarse. Rindou evitaba salir de su hogar por la misma razón, ya que temía que un día Ran no sé controlara del todo y terminara matando al omega.

-Rin... -susurró Souya después de terminar su chocolate -No me siento bien.

Rindou no alcanzó a responder cuando el chico vomitó explosiva mente sobre la costosa alfombra bajo sus pies.

El alfa lo tranquilizó dándole caricias en la espalda con una mano, mientras que con la otra sacaba su teléfono para avisarle a los de limpieza para que le ayudaran con el desastre.






Souya dormía en la cama, tan pálido como una hoja de papel, cuando el médico volvió a visitarle para examinarlo. Rindou miraba todo y respondía algunas preguntas desde una distancia que le permitiera ver cada uno de los movimientos del hombre. Se alteró cuando le vio rebuscar algo en su maletín.

-Sería bueno hacer uno de sangre -dijo entregándole un test de embarazo al alfa -Pero en estás circunstancias, tendremos que conformarnos con esto... Que lo haga cuando se sienta preparado para ver los resultados.

Rindou sintió como el color abandonada su rostro. Esto definitivamente arruinaba el plan de poder huir del yugo de su hermano mayor.

 Esto definitivamente arruinaba el plan de poder huir del yugo de su hermano mayor

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¿Bajo control? [Tokyo Revengers] [Omegaverse]Where stories live. Discover now