K||«A lo que se quiere nunca se le hace daño»
Donde Hannah se cansa de ser manipulada por su hermano y decide ir en su contra
O
Donde Eli se enamora de le hermana de su bully
(Eli Moskowitz/Hawk X FEM OC)
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Hannah no podia con la culpa por lo que habia pasado la noche anterior.
Ella y el hombre rubio habían llevado a Miguel a su casa, el hombre lo habia tenido que cargar hasta el auto de la chica ya que el latino no podia mantenerse en pie y a pesar de sus insistencia la hizo conducir hasta su casa y no hasta el hospital, como ella pretendía hacer.
La reaccion de la madre de Miguel, Hannah no la iba a olvidar en mucho tiempo. Y pensar que todo eso lo habia causado Kyler hacia que sintiera nauseas. Su propio hermano habia lastimado de esa forma a un pobre chico que no se lo merecía. Porque ciertamente no lo hacia.
Esta vez no se creería las excusas de Kyler, no habia justificacion posible para lo que el habia hecho.
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La mañana siguiente antes de la escuela, Hannah volvio a la casa de la familia, estaba un poco lejos de la suya y de la escuela, pero no le importaba perderse algunas clases.
Primero paso por la tienda y compro todos los snacks que le pareció que le podían gustar al chico. Luego estaciono frente al pequeño barrio residencial y se dirigió a la misma puerta que la otra noche.
Golpeo y volvio a recibirla la misma mujer. Ella la miro con cara de asombro.
—Hola—saludo tímidamente—, no hubo mucho tiempo para presentaciones... soy...soy Hannah...de la otra noche.
—Si, te recuerdo—dijo la mujer—Soy Carmen, la mamá de Miguel—se estrecharon la mano—¿Quieres pasar?—Carmen se hizo a un lado para dejar que la chica pasara, el lugar era pequeño y desde la puerta podia verse el sillon donde estaba acostado Miguel, el intentaba espiar lo que pasaba, pero el dolor no lo dejaba darse vuelta.
—Venia a ver como estaba Miguel—Hannah camino hasta donde estaba el chico—Y a traerle algunas cosas, no sabia muy bien que le gustaba asi que compre casi todo—Hannah dejo las dos grandes bolsas en el suelo junto al chico.
—Gracias por venir, pero no era necesario—dijo Miguel. No tenía buena cara, estaba lleno de moretones y no parecía estar feliz de tener que hacer estar recostado.
—Miguel, no digas esas cosas, la chica fue la que te encontro y ayudo a traerte hasta aqui. Y ahora te vino a visitar, ademas con un monton de comida. No seas desagradecido—Hannah no entendió ni una sola palabra, pero por el tono de la mujer supo que lo estaba retando. Miguel rodo los ojos.
