K||«A lo que se quiere nunca se le hace daño»
Donde Hannah se cansa de ser manipulada por su hermano y decide ir en su contra
O
Donde Eli se enamora de le hermana de su bully
(Eli Moskowitz/Hawk X FEM OC)
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Hannah era muy celosa de las horas que guardaba para dormir, mas en un dia sin clases, por eso le habia costado horrores levantarse a primera hora de la mañana para asistir a un misterioso entrenamiento que el sensei Lawrences habia puesto ese dia.
El lugar era un cementerio de autos, pilas de autos hacia donde miraras habia dejado con muchas dudas a los 15 estudiantes de Cobra Kai, no se imaginaban lo que su sensei los iba a poner a hacer alli.
El sensei Lawrences tomaba una lata de cerveza antes de dirigirse a sus alumnos, se habia subido a un viejo colectivo para imponerse mejos frente a ellos.
—Entrenaron duro. Se volvieron mas fuertes, duros y rapidos. Se esforzaron. Estan listos para este torneo ¿No?
Recientemente el hombre les habia informado que habia sido aceptados como dojo en el Torneo sub-18 All Valley, lo que habia desatado una ola de emocion entre los estudiantes. Pero a diferencia de ellos, Hannah era conciente de la historia detras de ese torneo y su sensei, Daniel LaRusson no paraba de contarles a Sam y ella esa historia mientras entrenaba, y el nombre de Johnny Lawrence estaba muy presente en ellas.
—¡Si, sensei!
—¡No!—grito arrojandoles la lata de cerveza—¡No sirve una mierda! Si quieren ganar el torneo de karate sub-18, deben superar su esfuerzo. A partir de ahora veran mi peor version—¿la version de siempre no era la peor?—¿Entienden?
—¡Si, sensei!
—¿Son fracasados?
—¡No, sensei!
—¿Son cerebritos?
—¡No, sensei!
—¿Estan seguros?
—¡No, sensei!/¡Si, sensei!—el grito de Hannah se escucho apenas entre los demas estudiantes, ella los miro a todos con el ceño fruncido. ¿Como podia ser que no estuvieran seguros?
El sensei se tomo la cabeza con las manos en señal de frustracion, todavia no podia creer que ese era el grupo que le habia tocado.
El resto de la mañana se trato de una serie de diversos ejercios, circuitos, cuerda floja sobre un monton de residuos peligrosos, destruir los autos, actividad que habia sido bastante terapeutica en opinion de Hannah.
—¿Quieren ganar? deben tener hambre. ¿Tienen hambre?—el hombre les repartio unos pedazos de carne.
—Si, sensei.
—Bien. Ellos tambien—saco de su bolsillo un silbato para perro, soplo en el mientras sus estudiantes lo miraban sin entender.
Unos fuertes ladridos se escucharon muy cerca de ellos, y cuando miraron a los costados se encontraron con dos grandes perros corriendo hacia ellos. Entre maldiciones el grupo se separo, todos comenzaron a correr en distintas direcciones, escapando de los caninos que los perseguian.
