K||«A lo que se quiere nunca se le hace daño»
Donde Hannah se cansa de ser manipulada por su hermano y decide ir en su contra
O
Donde Eli se enamora de le hermana de su bully
(Eli Moskowitz/Hawk X FEM OC)
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"Hace 9 años"
—Y entonces lo golpeé justo en la cara—relató la pequeña Hannah con orgullo en frente de Sam y Daniel LaRusso.
La pequeña castaña de rulos aplaudió a su mejor amiga con fuerza, pero su padre se arrodilló frente a la niña con el seño fruncido.
Ver esa expresión en el rostro de su sensei hizo que Hannah se encogiera con temor, lo último que quería era decepcionar al hombre.
La niña había llegado esa tarde a la residencia LaRusso con una gran sonrisa luego de que la tarde anterior, cuándo sus padres la habían llevado al parque había, según lo que ella creía, puesto en práctica lo que Daniel LaRusso llevaba semanas enseñándole.
Había un niño malvado que de había adueñando del juego favorito de la niña y no dejaba que nadie se acercará, al ser mas grande que la mayoría de los niños que visitaban ese parque no había quién le hiciera frente.
Pero cuándo la pequeña Hannah vió a ese niño empujando a uno mas pequeño y riéndose de el, no pudo controlar sus propios pasos y enseguida se plantó delante de él.
—¿Qué quieres, niña?—el niño se rió de ella—Ni siquiera lo intentes porque eres bonita, a ti tampoco te dejaré subir al juego. Es todo mío.
—El juego no es tuyo—habló ella con seguridad—Todos pueden subirse, no me obliges a que te bajé de ahi yo misma.
El niño comenzó a reírse a carcajadas.
—¿Qué va a hacer una pequeña niña cómo tu?—dijo saltando desde lo alto del juego.
Hannah no esperó mas para darle una patada en las piernas que lo tiró al suelo, ella se acercó a el y, con toda la fuerza que poseía en su pequeño cuerpo, utilizó su puño para darle un muy fuerte golpe en la cara.
Hannah observó a su sensei con temor, Daniel la tomó de las pequeñas manitos y la miró a los ojos.
—¿Te parece que hiciste bien al golpear a ese niño?—preguntó de forma tranquila.
—Pero estaba defendiendo a los niños—se excusó la niña.
—La solución no es la violencia, Hannah, debiste haber llamado a un adulto.
—Pero, ¿no es lo que usted nos enseña? A defendernos. Si me enfrentó a el ahora, ya no deberé hacerlo después, y defenderé a los niños.
Daniel sonrió ante la gran reflexión de la pequeña.
—Aun asi, no debés pegarle a los niños. No importa cuanto se lo merezcan—le susurró lo último—Llamame a mi y yo me encargaré la proxima vez, ¿de acuerdo?
—De acuerdo—asintió la niña con una sonrisa.
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