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Killua y el internet, además del libro del Kama-sutra, nunca debieron haberse conocido. Era bien sabido por Gon que siempre tuvo interés de ver cosas para adultos desde que comenzaron la dulce pero desastrosa adolescencia.
En más de una ocasión le invitaba descaradamente a disfrutarlas a su lado pero nunca fue capaz de hacerlo. Quizás por pudor o porque tuvo un ritmo muy distinto en conocer sobre el tema sexual.
Se limitaba a quedarse como un espectador, aunque de alguna manera envidiaba que tuviera esa valentía. No era consciente que dentro de sí empezó el anhelo de querer hacer ese tipo de cosas con él.
Nuevamente el que tomó la iniciativa con el tema de la intimidad fue el albino tras estar un buen rato en páginas de la web. Tuvo la brillante idea de probar posiciones que eran poco convencionales, le resultaban interesantes aunque cualquier ser humano al siquiera intentarlo terminaría en un resultado desastroso.
Estuvieron así, sudorosos y disfrutando de la tontería que fueron arrastrados por la curiosidad latente. Gon pasaba por la vergüenza mayor porque casi siempre las que elegía Killua lo dejaban expuesto además de que necesitaba apoyarse del cuerpo del ex asesino para moverse, no es que tuviera miedo de aplastarlo con su peso, simplemente era algo nuevo.
Aunque también en ocasiones les ocasionaba gracia a ambos porque parecían estar practicando acrobacias o yoga en pareja, todo menos lo que verdaderamente era.
Las carcajadas regresaron, estaban en una posición conocida como la amazona. De solo leerlo podían fácilmente sacar conclusiones de cualquier tipo.
—Me estás contagiando con tu risa... —Killua a pesar de estar sudoroso y con un sonrojo que abarcaba hasta los hombros pálidos, comenzó a seguirle la corriente a su pareja.
—Es que parecemos figuras de tetris. —el comentario solo empeoró su estado.
—Tú eres la lámpara de Pixar y yo la i.
Gon no pudo más. Se movió con cuidado para bajarse del cuerpo del albino que lo sostenía por los muslos para dejarse caer y reír con libertad sobre la cama.
Buscaron acercarse para darse mimos. El cabello azabache se había bajado desde hace unos minutos, quería darse un baño pronto.
—Dime que no haremos esto tan seguido, si continuamos no podré tomarlo con seriedad. —cerró sus ojos para suspirar tras los cariños que recibía en su piel canela.
—Creo que nos quedaremos con lo convencional.
No olvidarían esa situación tan fácil. Quedaría como anécdota para el final de los tiempos.
—Esto sucede porque andas viendo cosas sucias por internet. —se quejó Gon.
—¿Ahora es mi culpa? Sabes que siempre me ha gustado enterarme de las novedades para probarlas.
—Casi me da un calambre en la primera posición que intentamos.
Killua empezó a temblar por la gracia que le causó el comentario.
Recibió una almohada en la cara pero no se arrepentía de nada. Además, sabía que le había gustado tanto como a él.
Tuvieron un agradable rato en el baño para relajarse y comer algo antes de que cayera la noche.
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Por alguna razón este es el escrito que menos me gusta XDD
