𝐅𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧.

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Al final de la tarde la joven pareja se encontraba en la charla conversando, estando en el sofá cama que era lo más cómodo para que ambos estuvieran recostados

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Al final de la tarde la joven pareja se encontraba en la charla conversando, estando en el sofá cama que era lo más cómodo para que ambos estuvieran recostados.

Recordaron por encima el día que lo consiguieron, terminó siendo gracias a Leorio que convenció al vendedor en una subasta como regalo de aniversario que terminó por dar el toque para la espaciosa sala.

Pero de una agradable ambiente donde compartían anécdotas sin parar, Gon empezó a observar con claras intenciones al albino que estaba apoyado de lado sobre uno de los extremos del cabezal. Su espalda se encontraba un poco inclinada con un cojín siendo como soporte dejando sus piernas abiertas y semi flexionadas.

El silencio repentino fue el detonante para que las manos traviesas del moreno se desplazaran debajo de la camisa oscura. Estando en medio entre las piernas contrarias viéndolo de frente podía deleitarse de como la expresión sorprendida de Killua cambiaba a una de excitación.

—G-gon... ¿qué haces?

Sentía como la respiración se volvía pesada al continuar con las acaricias más arriba, estaba prácticamente babeando notando todos los músculos definidos. Donde la tela no estorbaba empezó a dejar un camino de besos que lograban que se tensara mientras el albino ponía su antebrazo contra su frente.

Gon se apoyó en sus rodillas dejando su torso encima hacia el cuerpo que tenía debajo tratando de no aplastarlo. Los suspiros pausados fueron su incentivo para continuar, veía como las marcas se hacían visibles fácilmente en la piel lechosa.

Pero su verdadero objetivo estaba abajo, en donde comenzó a recorrer la pequeña cintura y llegar a la pelvis bajando la ropa. El pene saltó hacia sus labios un poco erguido, los labios gruesos apenas lo rozaron para seguido acomodarse mejor moviéndose inquieto de un lado a otro.

Killua no fue el único que había estado investigado por internet sobre la intimidad. Por esa razón buscaba aquellas cosas que no fue capaz de hacer por miedo a fracasar en el proceso.

Una mano sujetó el miembro para acercarlo mientras el otro se apoyaba en su cuerpo notando el vello púbico casi inexistente de un tono blanco. Entre abrió los labios apenas dejando que su lengua rozara el tronco, se centró en la cabeza que desprendía líquido preseminal.

Como respuesta obtuvo un gemido ronco y un temblor que notó con facilidad. Continuó dando succión y despertando las ansias de empezar a lamer la superficie que se veía brillante.

El tamaño empezó a cambiar, se estaba volviendo más grande. Con cuidado metió una parte en su boca contra su mejilla procurando no rozar la piel con sus dientes. De vez en cuando miraba las expresiones de su pareja para guiarse en lo que estaba haciendo bien, pero apenas notaba que mordía sus labios porque sus ojos estaban ocultos tras el cabello blanco.

Pero los sonidos cada vez siendo sonoros le emocionaron. Adoraba escucharlo disfrutar de su esfuerzo. Ese cosquilleo en el vientre le estimulaba.

De repente una mano en su cabeza le hizo detenerse.

Y es que Killua sentía que no podía aguantar por mucho tiempo.

—¿Pu-puedes... meterlo en tu boca? —Gon volvió a recibir un escalofrío, sin dudarlo comenzó a introducirlo aguantando la respiración.

Inmediatamente escuchó como maldijo entrecortado. Su lengua volvió a despertar empezando a lamer cada vez que podía.

Justo cuando a separarse reconoció el sabor que comenzó a invadir su boca. Se mantuvo quieto pero quizás fue mala idea, se había corrido demasiado.

Tuvo que alejarse mientras colocaba sus manos debajo de su mentón para no ensuciar. Dio un leve quejido.

—Per-perdón, ¿estás bien...? Mierda, no tenías que tragarlo. —aunque sonara como un regaño ese acto le excitó demasiado.

—¡Claro que sí! Solo que no pensé que era tanto...

Killua dejó de tener autocontrol. Se abalanzó contra el moreno.

—Deja que te lo haga yo ahora. —acarició los muslos desnudos donde las piernas estaban abiertas dejando ver el bulto que gritaba ser liberado.

—Es-está bien, no tienes que hacerlo.

El azabache cerró los ojos cuando recibió besos en el cuello haciendo que suspirara.

—¿Qué dices? Si tu cuerpo lo está pidiendo. —todavía se encontraba en un estado de asombro por lo Gon le había hecho. —¿Dónde aprendiste todo eso?

—Lo leí... —dijo con un tartamudeó y es que la respiración sobre su oreja no ayudaba. —Hay muchas páginas que te dicen cómo hacerlo y el truco es la respiración.

Fue despojado con rapidez de su ropa inferior haciendo que dejara salir un gemido de sorpresa y alivio. Pudo sentir ahora el aliento de Killua sobre su pene más que despierto haciendo que doblara las piernas.

Su pareja comenzó a chupar toda la extensión disfrutando como se retorcía.

Cuando iba a comenzar lo bueno el sonido de llamada hizo que ambos se congelaran como si hubieran sido descubiertos en medio de su travesura. Claramente el albino se mostró con una molestia evidente mientras que Gon se mantuvo callado con las manos hechas un puño contra su pecho.

—Yo voy. —el azabache iba a levantarse pero el aura pesada de Killua hizo que se detuviera seguido de su voz.

—Quédate aquí.

Hizo caso. Su cuerpo tembloroso tuvo un descanso fuera de lo previsto.

Mientras escuchaba el tono que no paraba aumentaban sus ganas de lanzar el aparato por la ventana, pero su lado cuerdo tuvo uso de la razón antes de que pasara alguna tragedia.

Atendió el teléfono escuchando la voz irreconocible de quién casualmente estaban hablando hace un rato.

—¡Chicos, cuanto tiempo! ¿Cómo está mi pareja número uno favorita?

—¡Riorio! ¡¿Por qué tuviste que llamar justo ahora?! —el grito fue épico. Gon reaccionó ya que tenía los ojos cerrados buscando una calma que no podía lograr.

—¿Ah...? —quedó atónito. —¡No me digas! ¡¿Acabo de interrumpir algo?! ¡Me lleva lo que me trajo y estoy pagando el doble para poder contactarlos y vienes con esto!

El aspirante a médico seguía quejándose pero Killua escuchó la voz de su novio llamarlo.

—¡Killua, ven ahora mismo!

—Te jodiste porque tendrás que volverlo a hacerlo después. —colgó sin dejar que respondiera para salir corriendo hacia el sofá.

 —colgó sin dejar que respondiera para salir corriendo hacia el sofá

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𝐒𝐦𝐮𝐭𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 ¦ drabbles KillugonOnde histórias criam vida. Descubra agora