𝐓𝐢́𝐦𝐢𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞.

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No había hogar como el hogar

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No había hogar como el hogar. Gon tomaba un baño caliente muy relajante mientras dejaba que el agua cubriera parte de su rostro.

Estaba únicamente él en el apartamento ya que Killua salió a comprar cosas que faltaban en la tienda. Tanto comida como algunos suplementos para el baño como jabones y productos para el cabello así que se mantuvo esperando como un niño obediente observando como el espejo se empañaba por el vapor.

Gon miró sus manos notando como empezaban a ponerse algo arrugadas. 

—Ya llegué. —el sonido de las bolsas de plástico moverse seguido de la voz del albino hicieron que se apoyara en el borde de la tina.

—¿Cómo te fue? —la temperatura empezó a volver a la normalidad cuando decidió que era suficiente para colocar agua nueva natural.

El sonido de la regadera producía un efecto de calma.

—Bien. Conseguí todo lo que hacía falta. —abrió el espejo para dejar lo nuevo mientras la mirada de Gon no se apartaba de su espalda.

Killua claramente se dio cuenta de eso y se acercó cuando termino con lo que estaba haciendo. No le importó que el azabache lo rodeara con sus brazos y mojara la camisa que llevaba puesta.

Desde que volvieron del viaje se mostraba con constantes exigencias de atención si tenía la oportunidad. Se trataba de algo que pasaría pronto por el tiempo que iban a recuperar ya estando juntos de nuevo.

Gon suspiró cuando el olor de su novio lo embriagó. Volvió a repetir la acción cuando las manos pálidas acariciaron la superficie de su espalda mientras se sentaba en la alfombra para más comodidad.

En ningún punto quiso separarse. El deseo en cambio aumentaba cuando se sentía atendido y  podía salirse con la suya al ser complacido con lo que quería.

El rojo se le subió hasta las orejas cuando Killua empezó a besarle con lentitud, en sus orejas, en los labios y un poco en el mentón. Empezó a retorcerse cuando su miembro despierto empezó a ser masturbado haciendo que mordiera el hombro dejando salir jadeos pesados.

—Ki-killua... —intentó formular alguna oración pero le era imposible. Menos al momento de que fue besado con tanto cariño que terminó sin aliento.

Tuvo un orgasmo delicioso que le quito las fuerzas pero no tuvo temor en dejarse sujetar por quien le veía con intensidad.

—Te amo. —ronroneó cerca de sus labios para dejar otro beso en los labios un poco abiertos e  hinchados. 

Los ojos marrones que estaban perdidos pero reaccionaron para abrirse desmesuradamente por la impresión.

—¡Killua! ¡¿Dijiste te amo?! —volvió a abrazarlo viendo con ternura como el albino desviaba la mirada.

—¿Por qué estás sorprendido, idiota?

—Es que casi nunca me lo dices sin que antes yo lo haga. —le dio besitos en la mejilla.

—¡No es para tanto!

Así Gon volvió a darse un baño rápido pero con una sonrisa pura en el rostro de felicidad. Iba a recordárselo el resto de la semana hasta que se le olvidara.

Aunque dudaba que eso sucediera...

Aunque dudaba que eso sucediera

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𝐒𝐦𝐮𝐭𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 ¦ drabbles KillugonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora